Borrar

Estacas

ANDRÉS PRESEDO

Sábado, 19 de agosto 2023, 01:35

Comenta

En el argot cameral la conocen los más veteranos como 'la guerra de las estacas'. Eran los primeros años de los ochenta del pasado siglo, ... apenas tres lustros desde que la Feria diera el salto desde la grada Oeste de El Molinón a la otra vera del río Piles. El, por entonces, director general del certamen, Pedro García Rendueles, no veía la forma de ampliar el espacio expositivo. Un incipiente Parque Inglés cerraba la expansión por la fachada Norte y el recinto quedaba encorsetado por el río, el Pueblo de Asturias y fincas privadas. José Manuel Palacio era ya el alcalde de Gijón y, por ende, las formas del antiguo régimen habían caducado. Era necesario tirar de picaresca. Don Pedro, aprovechando la canalización de un arroyo entre el recinto ferial y el futuro parque, sugería a sus operarios correr por las noches las estacas y ganar terreno a la zona municipal. El Ayuntamiento montaba en cólera. Nadie se atreve a decir quien ganó aquella guerra, aunque incluso hoy se reconoce que buena parte del recinto ferial que la Cámara asegura ahora que cederá para el pretendido futuro vial, ya era municipal hace más de cuarenta años. Un vial que, plano en mano, se llevará por delante sidrerías, restaurantes, un hórreo, y otros expositores que llevan muchos años en esos espacios, además de dejar al descubierto, de manera inevitable, la parte oscura de una fachada ferial en modo trastero que deberá de ser saneada en su totalidad. Dinero, mucho dinero. Y es que hay quien opina que el éxito de la Feria no aconseja desprenderse de miles de metros cuadrados. La historia se repite. Ya en 1986, Claudio Fernández Junquera, presidente cameral al que ahora pretenden dar el nombre del nuevo vial, adquirió 25.400 metros cuadrados que lindaban con el anterior recinto y la carretera de Somió, por la nada desdeñable cantidad de 70 millones de pesetas. Faltaba espacio. Y lo compró con fondos camerales, al margen del Consorcio que él mismo había promovido veinte años antes. Crecer era indispensable. Ahora se revive una 'guerra de las estacas' más sofisticada, pero con igual fondo. El retranqueo de Doctor Fleming ya restó espacio ferial. Quién sabe si estamos ante el capítulo dos. Y capítulos, pero mucho más polémicos, los tenía un frustrado curso para policías locales de Gijón. El temario no tenía desperdicio, sobre todo en relación con el trato a todo tipo de minorías. Las dos jefas de servicio municipales que le dieron el visto bueno a la brillante iniciativa (hay quien opina que sin tan siquiera leerlo) fueron fulminadas nada más llegar Foro a la Alcaldía. El curso, por supuesto, fue eliminado. El asunto quedó en manos nada menos que del Cuerpo Nacional de Policía, tanto por el fondo como por sus ponentes. La nueva concejala de Seguridad Ciudadana seguro que conoce el tema. Eso sí, en detalle sólo ella y pocos más. Inútil investigar. Tan inútil como los denominados Encuentros de Cabueñes que se parecen como un huevo a una castaña a los originales de los años 80 celebrados en la Universidad Laboral. Gastar fondos públicos en mantener un moribundo que hace decenios que, vía Mollina (Málaga), escribió su epitafio, no parece tener mucho sentido. La marca está bien registrada. El resto, pura ficción.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Estacas