Que el calor nos pille 'refrescados'

Todo vale para poder paliar la ola de calor en la Feria. Abanicos, gafas de sol, sombreros, helados, botellas de agua o cafés con hielo, cualquier sombra que el recinto ofrezca e incluso en los pabellones.

El ingenio a la hora de refrescarse no falta y es que con termómetros rozando los treinta grados no es para menos. «Yo vengo de Andalucía así que puedo con este calor», explica Sandra Serrano que, acompañada de María José Fernández y Purificación Fernández hacían una parada en su recorrido para tomarse un helado. «Es agosto, es el mes por excelencia», decían mientras saboreaban el cucurucho de limón y tarta de la abuela.

Aunque en nuestra región no estemos acostumbrados a estas altas temperaturas, los visitantes apreciaban «enormemente» poder ver «el cielo azul sin ninguna nube». Para varias vecinas de Mieres, venir al recito ferial de Gijón supone, en realidad, «un alivio» porque «al estar cerca del mar notamos que refresca más».

También de Mieres, Lorena Corrales, Iris Martín, Agueda Pérez y Ayla Martín salían de casa con «29 grados marcando, aquí estamos algo mejor». Gafas de sol, sombreros, refrescos y una parada para coger un helado eran las previsiones con las que se habían equipado para poder aprovechar el día de Feria sin derretirse en el intento.

«Es un día bueno. Normalmente venimos cuando ya está acabando la Feria pero con el calor que se anunciaba aprovechamos porque pensamos que abría menos gente», explica Corrales. Y, en realidad, no fallaron en sus expectativas. «Hoy -por ayer-hay menos aglomeración, se nota en las colas de los estands y viniendo con niños -señala el carricoche de Ayla- podemos aprovechar más». Si el calor hace de las suyas y se vuelve insostenible, «nos meteremos en los pabellones, ¡tienen aire acondicionado!», ríen.

«Batidos y agua», la solución que propone Juan García que acudía con Carla de 12 años. Ella, con un helado de nata-oreo y García con fresa y chocolate, «yo soy más clásico», superaban el calor.

Desde los estands promocionales, los que más notan el aumento en el recinto son los de Total Energies y EdP, ambos decidieron repartir sombreros y abanicos, respectivamente. Esto hacía que la gente fuera en masa cuando el sol estaba en lo más alto. «En una mañana repartimos 2.500 sombreros», explica Estefanía Gómez, azafata de Total Energies. «La gente viene directamente y dicen que les viene genial para pasear por la Feria». Lo más escuchado en EdP es «esto para el calor viene perfecto», confiesa Andrea Llanos, también azafata. Más de 1.400 repartieron en tan solo una tarde. Un pequeño recorrido deja patente que estos souvenirs son más buscados para apaciguar la ola de calor y mantener el estilo.