Entrerríos llegó, paseó y triunfó

Fíjense si la vida está llena de casualidades. O no. De esto que Raúl Entrerríos está paseando por la Feria, con su familia, y hace, como todos, su parada para comer. Eligió La Cabaña del Arroz con Leche. Y así, uno de la que está charlando con el camarero que le atiende, y una cosa llevó a la otra, y resulta que es Nicolás Suárez. Casualidad de la vida y del mundo balonmanístico asturiano, ya que también fue jugador de balonmano en el Gijón Jovellanos durante muchos años, y al que de alguna manera alegró la jornada.

El motivo de la visita de la estrella deportiva era pasar un día en familia, pero también asistir al 'Bussines club' organizado por Tartiere Auto en las oficinas Generales de la Cámara de Comercio. Lo hizo junto a su amigo 'Chus' Álvarez Monjardín, de la tienda Universo Balonmano, con quien también compartió equipo en juveniles en Gijón y sigue manteniendo una estrecha relación. Juntos contaron, lo que se viene llamando batallitas, pero también destacando, ya en tono serio, la experiencia en importantes equipos deportivos y la implicación que pueden tener con los grupos de trabajo en las empresas.

El ex capitán del Barcelona y del combinado nacional, causó furor entre el público. Por descontado, se paró sin reparo alguno y con una sonrisa a fotografiarse con seguidores y firmar algún que otro autógrafo, además de llamar la atención en la lejanía de los más curiosos, que hablaban sorprendidos de su envergadura, ya que «es más alto que en la tele, parece que juega a baloncesto y no a balonmano», decía desde la distancia una de las muchas personas que reconoció a Entrerríos entre la multitud.

Respecto a la situación del balonmano gijonés y asturiano, explicó que ve «muchísimas similitudes al momento en el que yo estaba. Está claro que aquí hay perfectas condiciones para sacar jugadores». Pero apuntó también la aún patente «falta de apoyo que de estabilidad a los proyectos».

Lo de ayer iba de pasado, de los buenos tiempos que pasó, de presente, y de futuro. Eso de recordar anécdotas se acordó de otro paisano de la ciudad; uno de sus «compañeros de varias batallas», como definió a Carlos Ruesga, en relación a su fichaje por el equipo ovetense. «Es muy bueno ver como jugadores asturianos que han tenido mucho éxito fuera de nuestra región puedan volver aquí».

Por supuesto, hubo también un momento para insuflar ánimo y los mejores deseos para el equipo local, que confío que llegue a la Liga Asobal: «Es lo que todo deseamos. De aquella etapa en la máxima categoría guarda «muy buen recuerdo». Es que Entrerríos es historia presente del balonmano en Gijón. Ahí está la Copa del Rey de 2015.