Secciones
Servicios
Destacamos
GLORIA POMARADA
Lunes, 14 de agosto 2017, 03:58
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El vínculo de María de los Ángeles Riera con la Feria se ha cocinado a fuego lento y con el mismo mimo que ella pone a su arroz con leche, postre que desde 1969 endulza la cita.
En los últimos cincuenta y dos años, Gely ha vivido la Feria desde todas las ópticas. Corría el año 1965 cuando daba sus primeros pasos como azafata en un evento que retornaba al calendario estival tras un parón de tres décadas. «Entonces estaban Luis Adaro y Pedro García-Rendueles», rememora sobre aquella novena edición en la que el gran escaparate se instaló en el entorno de la escuela de Peritos, en la avenida de Manuel Llaneza.
Gely acudió animada por un vecino y la experiencia la convenció. Al año siguiente regresó como azafata a un recinto del que salió coronada como Miss Simpatía. Sucedieron al galardón dos años de ausencia, los únicos en medio siglo, lo que la convierte en la más veterana de los expositores de la Feria. Tras el breve parón, Gely desembarcaba en 1969 en el Pueblu d' Asturies con un as en la manga, el postre con más solera del Principado. «La receta del arroz con leche viene desde mi abuela, que lo hacía antiguamente los días de fiesta», cuenta. En aquellos primeros años como expositora, era su madre Isabel quien revolvía la pota y ella quien se encargaba de atender a los clientes, entre ellos los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía. Era el 16 de agosto de 1970 y los futuros reyes pasaban la jornada inaugural de su primer viaje oficial al Principado en la Feria. Como la gran mayoría de los visitantes que han pasado por la cita, Juan Carlos y Sofía no perdieron la oportunidad de probar el famoso arroz con leche.
¿El secreto del éxito de su arroz con leche? «Estar revolviendo dos horas la pota». Tampoco de la receta de sus casadielles suelta prenda. «No la conoce ni mi hija», ríe. La oferta gastronómica se completa desde hace cinco años con otro clásico de la cocina asturiana, «tortos de maíz la güela». «Este año la gente gasta, se nota mucho que está repuntando después de los años de bajón de la crisis», destaca. Ni los años de recesión económica ni los duros preparativos previos a la cita han inspirado a Gely la posibilidad de pasar un agosto de vacaciones al uso, lejos del bullicio de la ribera del Piles. «Después de mí seguirán mis hijos», afirma. De momento, la saga familiar -nietos incluidos- hace sus pinitos bajo el hórreo sirviendo a los clientes el codiciado manjar .
«Lo único que se hace cuesta arriba es arrancar por el trabajo del mes antes, la Feria se lleva muy bien», señala. La pequeña aldea en la que estos días se transforma el recinto explica los sentimientos de tristeza que inundan a Gely y a los suyos cuando culmina la cita. «Da pena porque no nos volvemos a ver en todo el año y aquí se hace mucha relación. La esencia de esta Feria son sus trabajadores, los pintores, los fontaneros de la Cámara, con los que convivimos desde un mes antes. La unión es muy grande». La expositora más dulce no solo se ha hecho un hueco en el estómago de los visitantes, forma ya parte de ese corazón colectivo que bombea la Feria.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia
El Norte de Castilla
Horarios e itinerarios de la Semana Santa de Cádiz 2024
La Voz de Cádiz
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.