El Pueblu d'Asturies, refugio climático
El museo de la memoria de la sociedad asturiana es lugar de reposo y otras actividades para los visitantes
PABLO XURDE MERINO
Miércoles, 16 de agosto 2023, 01:48
Ni siquiera los días de máximas temperaturas impidieron a miles de personas acudir a pasar el día a la Feria. Tampoco la lluvia. El Muséu del Pueblu d'Asturies es el destino temporal de muchos de los asistentes que buscan, sobre todo, la sombra y alejarse del ajetreo de las tiendas y los puestos de comida. El arbolado recinto de 35.000 metros cuadrados es el lugar ideal para reconectarse, o conectarse por primera vez, con la cultura asturiana y el legado de nuestra comunidad.
Pero no es únicamente un lugar concurrido los días de calor. Cuando el clásico 'orbayu' asturiano amenaza, también sirve de refugio. El día de ayer fue ejemplo de ello. El Tendayu, los árboles y también los hórreos sirvieron a muchos de techo ante el amago de lluvia que hizo el nublado cielo. «Me gusta traer aquí a mi nieto cuando venimos a la Feria», comentó Manuela Menéndez, agarrando con una mano al pequeño Iván, de cinco años, y con la otra un paraguas. Porque «estamos en Asturias, sabemos cómo cambia el tiempo», explicó a la par que las nubes cubrían Gijón hasta tornar en el clásico y amenazador gris que acabó en agua.
Por descontado, son muchas las actividades que también se desarrollan estos días en el clásico punto de encuentro colindante al recinto ferial Luis Adaro y que se encuentran en el programa del certamen. Festivales de gaitas y comidas de autoridades son algunos de los ejemplos de esta edición. Aún así, son mayoría los ciudadanos de a pie que aprovechan un espacio tan completo y utilitario para pasar un rato agradable, pasear con los más pequeños e incluso echar una siesta o tomar un culín de sidra después de una larga mañana de Feria.
Otros aprovechan para comer de manera más relajada y en un entorno más familiar. Sobre todo trabajadores como Irene Cervantes y su hermana Ana, que coinciden en su descanso para almorzar tranquilamente y hablar de sus días. Para ello, pueden utilizar las mesas dispuestas, el muro que rodea el espacio central o el propio Tendayu, entre otros rincones algo más privados que cada uno encuentra en el entorno.
Los hay también que se valen del espacio para alejar un poco a sus mascotas de la multitud y dejar que disfruten de la naturaleza y el prao. Es el caso de Alicia Suárez y David Fernández, que ayer estuvieron las primeras horas de la tarde disfrutando con su perro 'Nico' en el Pueblu d'Asturies. «Él disfruta mucho de poder correr y nosotros estamos más tranquilos», apuntaban.
Muchos son los curiosos que pasan un rato junto a la bolera, observando a los participantes mantener vivo un deporte tan minoritario como antiguo en la región: los bolos asturianos. Este año es la 58 edición del Campeonato de Bolos de cuartetos 'Feria de Muestras' y la 23 del torneo individual de iniciación que alberga las categorías de iniciación, alevín, infantil y juvenil. Cada tarde, durante la Fidma, se vive intensamente este maravilloso mundo. A la 17 horas lo hacen los más pequeños y a las 18 horas es el turno de los mayores.
La gratuidad del espacio es uno de los alicientes para visitarlo. Si bien es cierto que por su renombre y sus años de actividad no necesita muchos más. Aún así, las dos semanas de la Fidma sirven para que muchos se acerquen por primera vez en mucho tiempo a un museo que representa historia de Asturias y que cumple una labor esencial estos días. Entre los nuevos y los turistas, seguro que habrá quien no conozca la maravillosa oferta que supone, para relajarse y ampliar miradas en un momento y una sociedad que de normal no se permite parar a reflexionar. Los que aún no hayan ido, ¿a qué esperan?