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PABLO SUÁREZ
GIJÓN.
Jueves, 17 de octubre 2019, 02:16
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El Gobierno central se rascará el bolsillo para solventar los problemas con la red de cercanías. Al menos así lo apunta el compromiso que el Principado asegura haberle arrancado en la comisión mixta de seguimiento de cercanías celebrada el pasado lunes. En la cita el ministerio garantizó un plan de choque de 51,4 millones destinado a paliar las deficiencias más acuciantes. Un 64% de esa cantidad, 33 millones de euros, se inyectarán en el corto plazo, entre lo que queda de año y 2020, mientras la cifra restante servirá para reforzar esas actuaciones y trabajar sobre aspectos menos urgentes o que precisan de más maduración.
Los fondos, matizan desde la Consejería de Infraestructuras, se anuncian «sin perjuicio del vigente Plan de Cercanías 2017-2025, que se continuará ejecutando». En el plan de choque «se anticipan, por tanto, cuantías económicas de algunas de las actuaciones que estaban previstas a más largo plazo». El programa original, elaborado por el Gobierno de Mariano Rajoy con la participación del de Javier Fernández, contemplaba un desembolso total de 580,9 millones a lo largo de nueve años. Según aquel calendario, entre este y el próximo año debía llegar el mayor esfuerzo, 167,9 millones.
El plan de choque, por tanto, no se anuncia como sustitutivo sino como complemento que aborde cuestiones más urgentes. Las primeras que se abordarán serán el tratamiento de las trincheras y terraplenes, los túneles y puentes, la modernización y mejora de la protección en los pasos a nivel y la seguridad, donde se considera necesaria y urgente la sustitución del enclavamiento eléctrico por uno electrónico en la estación de Oviedo.
A ello se suma una mejora de los índices de puntualidad y la disminución del número de supresiones, todo ello mediante una actualización en cuanto a fiabilidad y disponibilidad del material. De esta forma se tratará de cortar el alto número de cancelaciones que padece de forma habitual el servicio ferroviario asturiano y que es, a ojos del sector, uno de los principales problemas.
La gestión de la red de cercanías también se verá optimizada, a fin de mejorar la coordinación y dar un giro al servicio. En lo que refiere al cliente, se dotarán de megafonía estaciones y apeaderos que aún no la disfrutan. Así, se podrán enviar a cualquier parada tanto mensajes de voz puntuales (un retraso, una supresión) como avisos más generales (supresiones por temporales, huelgas, avisos de seguridad...). También se destinarán recursos humanos para la emisión de mensajes desde el Centro de Gestión. A su vez, la comunicación de incidencias se reforzará mediante equipos móviles, una línea 900, cartelería informativa y Twitter. Para la mejora del servicio, la comisión mixta ha acordado la unificación tarifaria, una de las demandas más solicitada por los viajeros. El objetivo es unificar las dos redes en una sola para que los usuarios no tengan que obtener billetes en ambas al efectuar su viaje. Las tarifas serían más ventajosas, ya que se aplicarán descuentos, y el cliente disfrutará de una oferta comercial unificada con los mismos títulos, precios y condiciones. La implantación busca incrementar el número de usuarios.
La comisión mixta, integrada por el consejero de Infraestructuras, Juan Cofiño; el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura; el presidente de Renfe, Isaías Táboas; la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera; el director general de Movilidad y Conectividad, Jorge García, y técnicos de las administraciones central y autonómica, también abordó actuaciones de calado para la renovación y mejora de los activos, las cuales, no obstante, exigirán de mayores plazos para su tramitación. En este sentido, desde Adif contemplan el inicio, para finales de 2020, de varias renovaciones y actuaciones de vía, con una inversión prevista que supera los 150 millones de euros. No obstante, actualmente estos trabajos se encuentran todavía en fase de redacción.
A esta batería de actuaciones previstas se añade también la compra de máquinas de segunda mano, tanto dentro como fuera de España, para reforzar el servicio que actualmente ofrecen las disponibles en Asturias. En la reunión del pasado lunes, el vicepresidente Cofiño expuso la «urgencia» que presenta la región en este aspecto, al contar con 43 trenes, de los cuales más de una decena está inutilizados y muchos otros pendientes de ser reparados. Si se tiene en cuenta que cada día se necesitan en Asturias 20 unidades eléctricas y 5 diésel para cubrir los servicios de cercanías en de la región, las cuentas hace tiempo que no salen.
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