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Javier Fernández y Santiago García Granda se estrechan la mano ante Cristina Valdés, Wenceslao López, Pedro Sanjurjo y Genaro Alonso. MARIO ROJAS

García Granda reclama «una inversión generosa» para relanzar la Universidad

«No nos podemos permitir ninguna reducción ni traba en el presupuesto y el Principado debería ser extremadamente sensible con este tema», opina

LAURA MAYORDOMO

OVIEDO.

Viernes, 14 de septiembre 2018, 02:13

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Movido inicio de curso en la Universidad de Oviedo. A la polémica de los máster y la noticia del expediente abierto contra un profesor del departamento de Psicología por trato vejatorio y sexista hacia sus alumnas -cuestión que fue motivo de comentario en no pocos corrillos en el Edificio Histórico y que el rector abordó antes de la ceremonia de apertura- se sumó ayer la protesta que el personal de administración y servicios (PAS) y los investigadores predoctorales protagonizaron en el claustro. Así comenzaba a mediodía de ayer una solemne ceremonia de apertura del curso académico que superó récord de doctores revestidos, 170, y que tuvo mucho de despedida, al ser la última a la que Javier Fernández asistía como presidente del Principado.

En una abarrotada biblioteca, en la que también hubo sitio para alcaldes, diputados y miembros del Ejecutivo regional, así como para el rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, y la vicerrectora de la de León, Ana Isabel García -que repetía visita-, se habló de los centenarios de Covadonga, de los 410 años de la Universidad y los 120 de la Extensión Universitaria, pero sobre todo, de financiación.

Reclamó el rector, Santiago García Granda, «un esfuerzo inversor generoso para recuperar el retraso que la crisis económica está produciendo en el sistema universitario español» y se mostró optimista ante la posibilidad de que el nuevo Gobierno central, y en particular el departamento que dirige el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, sea capaz de «movilizar recursos para dar un impulso al sistema de I+D+i de nuestro país».

Llevando la cuestión al terreno regional, aseguró que la institución académica asturiana «está escasa de recursos» y, pese a gozar de una situación económica «relativamente estable» gracias al convenio de financiación firmado el año pasado con el Principado, «si la comunidad autónoma no cumple con el techo de gasto, nos puede afectar a nosotros». La afirmación -pronunciada antes de la ceremonia oficial de apertura del curso- fue posteriormente negada por el Principado, pero para entonces, Santiago García Granda ya había vuelto sobre el tema en su intervención para insistir en que «el incumplimiento de la regla de gasto por parte de la Administración autonómica implica arrastrar a la reducción el ya ajustado presupuesto de nuestra institución».

La Universidad, subrayó, «no se puede permitir ninguna reducción, retención ni traba en la ejecución» de su presupuesto y el Principado «debería ser extremadamente sensible en este tema». De momento, apuntó, siguen a la espera de una respuesta que esperan «satisfactoria».

«Tiene su lógica que a la Universidad le parezca poco, pero les aseguro que para el Gobierno de Asturias es un esfuerzo importante», expuso por su parte Javier Fernández en su discurso al mencionar el acuerdo marco de financiación sellado el pasado mes de octubre. Porque, subrayó el presidente regional, pese a la situación de prórroga presupuestaria, este curso las tasas de matriculación, tanto de grado como de máster, serán en primera matrícula un 5% más baratas. De «hito» calificó el presidente del Principado una rebaja que, añadió, demuestra «nuestra apuesta por una Universidad pública, equitativa y de calidad».

También se refirió al disputado grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y la que debería ser su ubicación: «No tengo temor a decir lo que pienso, pero no cuenten conmigo para usurpar las funciones de la Universidad». Sí dejó claro que en el momento en que el rectorado le presente una propuesta, «bien planteada técnica y financieramente» en la que quede adecuadamente justificada la elección de la ubicación, «nuestra respuesta será positiva».

Por último, y tras considerar «indispensable» que los intelectuales «se comprometan con la sociedad e influyan en la opinión pública», se permitió una crítica hacia ellos: «Tengo la sensación de que se han alejado del compromiso cívico y moral con la sociedad, confinándose en sus disciplinas».

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