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El agua inundó los sótanos de la acería avilesina del grupo siderúrgico donde se encuentran los equipos eléctricos. E. C.
Una gran inundación obliga a Arcelor a parar la acería de Avilés durante «varios días»

Una gran inundación obliga a Arcelor a parar la acería de Avilés durante «varios días»

La empresa agotará todas las vías antes de aplicar un ERE a los 550 trabajadores de la planta, cuya inactividad paralizará de forma alternativa los dos hornos de Gijón

S. BAQUEDANO / ARIAS

AVILÉS /GIJÓN.

Martes, 12 de junio 2018, 01:23

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La acería de ArcelorMittal en Avilés se encuentra paralizada desde ayer por motivos de seguridad debido a la inundación provocada por el desbordamiento del arroyo Llongas, próximo a la planta siderúrgica. La crecida de este cauce como consecuencia de las fuertes lluvias provocó que los sótanos de la instalación se vieran anegados, con al menos dos metros de agua, aunque en algunas zona llegó hasta los doce e incluso los quince metros. Equipos de Bomberos de Gijón y Avilés de la multinacional del acero se dedicaron en cuerpo y alma a achicar el agua que ha cubierto equipos eléctricos, motores y máquinas hidráulicas. Según fuentes de la empresa, la acería parará «varios días», pero no se atreven a aventurar un plazo para la reanudación de la actividad.

En principio, los trabajadores de la acería -la plantilla la forman 550 personas- dedicarán estas jornadas, al menos los dos o tres primeros días, a realizar cursos de formación y reconocimientos médicos o a coger descansos o vacaciones pendientes. «Se van a agotar todas las vías antes de recurrir a un expediente de regulación de empleo», informaron fuentes de la compañía, que se plantea adoptar esta alternativa si los plazos se alargan más de lo previsto.

Como consecuencia de la paralización de la LD-III, situada en Tabaza, el grupo siderúrgico se vio obligado a suspender también ayer la producción en el horno alto A de Gijón, uno de los que suministra arrabio al complejo avilesino. Hoy parará el horno B, e irán alternándose sucesivamente mientras se prolongue la paralización de la actividad en la acería. Se busca así evitar acumular de modo innecesario estocaje de arrabio que la LD-III no podrá utilizar mientras esté sin actividad. Sin embargo, esta situación no afectará al personal de las instalaciones gijonesas.

Alerta de madrugada

La inundación de los sótanos de la acería comenzó alrededor de las tres de la pasada madrugada, debido al desbordamiento del canal de agua del embalse de Trasona por las trombas caídas durante la noche. Según explicaron los sindicatos, en los días pasados el nivel de agua en el canal estaba ya «muy alto» y las últimas lluvias fueron «la gota que colma el vaso».

Nunca en la historia de la acería avilesina se había producido una inundación de estas características. En el foso de arrabio de la instalación se acumula agua formando una balsa de unos quince metros de profundidad, lo cual da idea de la magnitud del problema. En 2010 las lluvias también afectaron al tren semicontinuo (TBC) de Avilés, pero «lo de ahora no tiene color. Los bomberos no dan abasto», comentaron trabajadores de la planta. En anteriores ocasiones, el desbordamiento del arroyo de las Llongas pudo producir un hilo de agua, pero lo de anteanoche era un río incontenible que introdujo decenas de miles de litros de agua en las instalaciones siderúrgicas.

La decisión de la dirección de ArcelorMittal de paralizar la actividad se debió al temor a que se produjeran accidentes en las zonas inundadas, dado que el agua estaba en contacto con tendidos eléctricos y otros materiales a altas temperaturas.

Una vez que los bomberos logren achicar el agua, se procederá a la limpieza a fondo de las zonas inundadas y los técnicos de mantenimiento procederán a realizar las reparaciones necesarias. La compañía realizará un informe para evaluar el alcance económico de los daños. Aunque la acería avilesina esté paralizada, el almacenamiento de estocaje permite continuar con la actividad de laminación con normalidad.

Azsa y Alcoa, menos agua

Además de ArcelorMittal, otras grandes empresas como Alcoa y Asturiana de Zinc (Azsa) sufrieron el envite del agua, aunque de manera menos traumática que la siderúrgica. En Alcoa, la dirección optó la pasada madrugada por bajar la intensidad de una subestación eléctrica como medida de precaución para evitar males mayores. Fue durante un periodo corto de tiempo, una media hora. Y cuando la lluvia remitió y el agua comenzó a fluir, se volvió a subir la intensidad y la fábrica avilesina recuperó su ritmo de trabajo habitual sin que llegara a inundarse ninguna de sus instalaciones.

En Asturiana de Zinc (Azsa) se produjeron pequeñas inundaciones en viales y sótanos pero en ningún caso afectaron al proceso productivo.

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