Guardia Civil y Turismo vigilan el uso fraudulento de alojamientos turísticos en Asturias

La plantilla de inspectores de la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo «no ha dejado de hacer inspecciones», aunque han tenido un trabajo extra en los días previos a la Semana Santa. En el primer periodo vacacional de 2021, marcado por la pandemia de la covid y el cierre perimetral de Asturias, así como, en estos momentos, de los concejos de Siero y Langreo, el relevo en las inspecciones lo ha tomado la Guardia Civil. Dentro del plan de controles de las medidas covid implantadas por el Gobierno regional, los agentes del Instituto Armado no solo controlan los accesos a la región y a los puntos turísticos más demandados, sino, también, el uso fraudulento de alojamientos.

«Si alguien sabe de estancias ilegales, lo que debe hacer es denunciarlo para proceder a su investigación», aseguran fuentes de la Benemérita. En este trabajo no están solos. Dentro del plan de colaboración puesto en marcha por la consejería y la Delegación del Gobierno, las Fuerzas y Seguridad del Estado tienen encomendada la vigilancia del estricto cumplimiento de las medidas que limitan la movilidad y la estancia en la comunidad.

Por ese motivo, agentes de la Policía Local de diferentes municipios, especialmente los costeros y los que tienen mayor tirón de oferta de alojamiento rural, están multiplicando estos días las salidas. «En los pueblos nos conocemos todos y es fácil saber quién vive aquí y quién está de paso», asegura la vicepresidenta de la Federación Asturiana de Turismo Rural (Fastur), Ana Llano. Como ella piensan la portavoz de la Mesa de Turismo de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), Ana Soberón, y el de Alojamientos Rurales con Actividades (Arca), Jaime García.

Para Soberón, las inspecciones son clave, «porque el cansancio del sector es generalizado», ya que están cumpliendo «escrupulosamente» con los cierres, «mientras vemos que otros que no son esenciales sí alojan a turistas», señala García.

Los tres han mostrado su preocupación por lo visto en estos primeros días de la Semana Santa. Asturias, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), tiene abiertos solo 322 de sus 1.571 alojamientos reglados (hoteles, casas rurales, campings y apartamentos), Una apertura permitida por la Administración regional exclusivamente para el uso de las instalaciones por parte de personas con permiso justificado para alojarse en la región.

Es decir, que hayan venido a realizar un trámite laboral, judicial o sanitario. O por obligaciones familiares que obliguen a cuidar de una persona con dependencia. Unas excepciones entre las que no se incluye el turismo.

Sin embargo, durante el inicio de esta Semana Santa, la segunda de cierre total del sector turístico debido a la pandemia de la covid, los empresarios que tienen sus alojamientos clausurados están detectando la llegada de personas procedentes de otras regiones «incluso de otros países», asegura Llano. Por ese motivo, reclaman «mayor control e inspecciones», así como la imposición «de sanciones ejemplarizantes, tanto para el que alquila de forma ilegal su vivienda, como para el que viene a la región sin permiso para hacerlo».