«Soy un guerrillero de lo social, eso viene de que te duelan los demás»
Adolfo Rivas, Presidente de la Fundación Vinjoy ·
Compromiso Asturias XXI nombra hoy a Adolfo Rivas socio de honor en reconocimiento a su labor al frente dela Fundación Vinjoylucía lópez
Martes, 27 de diciembre 2022, 22:07
Hace 25 años que Adolfo Rivas (Baracaldo, 1963) llegó a la Fundación Vinjoy con el propósito de «darle un entierro digno». Pero su buen ... hacer y su pasión por ayudar al prójimo truncaron sus planes iniciales, haciendo que Rivas tomase las riendas de la fundación para reavivarla. Y así lo hizo, hasta el punto de convertirla en una de las más importantes de Asturias. Hoy, la entidad Compromiso Asturias XXI reconoce su labor nombrándolo socio de honor.
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–¿Qué supone para usted este reconocimiento?
–Es una alegría, porque es un reconocimiento de la sociedad civil, en la que creo profundamente. Creo que es necesaria para que tengamos una buena salud comunitaria y que si no tenemos una sociedad civil fuerte, somos mucho más vulnerables como conjunto. También es una sorpresa porque no encajo nada en el perfil habitual de los premiados: son gente de Asturias, reconocida a nivel internacional... Mi trabajo es mucho más de picador de carbón aquí en la tierra.
–Precisamente usted lleva 25 años al frente de la Fundación Vinjoy ¿De dónde le viene este compromiso por lo social?
–La Fundación Vinjoy es la obra de mi vida, pero yo ya llevaba más años de acción socioeducativa. Soy un guerrillero de lo social y eso viene de que otras personas te importen, de no entender a los demás como algo ajeno. Significa que te duelan los demás.
–¿Cómo ha cambiado la fundación en todos los años que lleva al frente?
–Hace 25 años vine a la fundación para darle sepultura digna. El sacerdote Nicanor López me invitó a llegar a ella. Me dijo: «La fundación Vinjoy se está muriendo y una entidad que ha servido bien a su tierra merece un entierro digno». Entonces yo vine a cerrarla, sin faltarle al respeto en su final, pero me encontré con que tenía un potencial inmenso. Y en lugar de acompañarla en su final, la acompañamos en su principio. Hoy los ocho usuarios se han convertido en 2.000, tenemos 14 centros, 40 programas de intervención, centros sociales, sanitarios y educativos. Y todo con una dosis de compromiso para que lo que hagamos sirva de ejemplo.
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–¿Y el perfil de personas que acuden a ustedes ha cambiado?
–Nosotros empezamos a trabajar únicamente con personas sordas y en 2005, cuando nos convertimos en el centro de referencia nacional de la sordera, ampliamos el campo. Ahí empezamos con la discapacidad intelectual, enfermedad mental grave y, sobre todo, en lo que más volumen tenemos: la violencia juvenil. Los perfiles cambian y si la realidad cambia, hay que dar respuesta a las nuevas preguntas.
–Desde la fundación trabajan con personas vulnerables. ¿Puede evitarse la exclusión social?
–Por supuesto, hay que dotar a la gente de recursos suficientes para no pasar del riesgo al problema. Riesgo viene de 'risco' y es el peligro al que el navegante se enfrenta en su recorrido. Eso tiene mucho que ver en la adolescencia. El problema es cuando faltan recursos y, en estos momentos, nuestros adolescentes carecen de ellos. La labor de los educadores es dar herramientas para que, después, uno mismo decida si quiere utilizarlas o no.
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–En 2023 tienen el reto de posicionar Asturias como líder europea en labor socioeducativa.
–Normalmente, en lo social jugamos con cartas malas, porque todo el mundo nos da palmaditas, pero el apoyo es escaso. Queremos que los cien años sean la disculpa para que Asturias lleve el modelo socioeducativo a nivel europeo. Eso significa trabajar más, poner nuevas iniciativas en marcha, comunicar... Lo cogemos con mucha ilusión.
–¿Qué potenciales tiene la región para ello?
–Asturias es generosa, receptiva y valiente cuando se lo propone y esto nos permite crear un modelo de innovación social y generador de recursos y riquezas.
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«Asturias es patria, me ha acogido y merece que se luche por ella»
Como viene siendo tradición desde 2009, la asociación Compromiso Asturias XXI celebra en el final del año el nombramiento de sus socios de honor, elegidos por sus logros y trayectorias profesionales. En 2022 el reconocimiento recae en Adolfo Rivas, a quien aún le cuesta hacerse a la idea: «Me parece que es bueno que se reconozca el compromiso social, aunque en mi caso no tiene mucho mérito, porque yo quiero mucho a la gente y cuando lo haces es fácil comprometerse con ella», dice.
Su labor al frente de la Fundación Vinjoy y su compromiso con las personas vulnerables le han llevado a compartir distinción con Margarita Salas –primera socia de honor–, Carlos López Otín o el Padre Ángel, entre otros.
Por y para Asturias
La XIV edición del Encuentro Anual de socios de Compromiso Asturias XXI reconoce a aquellas personas nacidas en Asturias o con una fuerte vinculación a la región. Rivas admite que el primer requisito no lo cumple, ya que nació en País Vasco, pero no cree «que haya personas que sientan más la región y que le estén más agradecidas de lo que lo estoy yo». Asegura que en todos los años que lleva aquí no ha dejado de luchar por un modelo socieducativo para las personas vulnerables: «He hecho todo lo que he podido. No me he reservado nada».
«Asturias es madre, es patria, es comunidad. Me ha acogido y se merece que se luche por ella». Hoy, esta tierra adoptiva reconoce su compromiso en el auditorio del Centro Niemeyer de Avilés, a las 18 horas.
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