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Los ganaderos piden proteger los sonidos, olores y costumbres del medio rural

Los ganaderos piden proteger los sonidos, olores y costumbres del medio rural

La plataforma Asturias Ganadera considera que la llegada de nuevos habitantes al mundo rural no beneficia al modo de vida de las aldeas

carla vega

Miércoles, 29 de septiembre 2021

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El olor a 'cuchu', el mugido de las vacas, y otras costumbres y manejos del medio rural podrían ser patrimonio inmaterial de la humanidad. Así lo consideran desde la plataforma Asturias Ganadera, que ha propuesto esta iniciativa, entre otras muchas, como estrategia para que la llegada de nuevos habitantes a los pueblos asturianos permita mantener la vida en el campo tal y como se la conocía hasta el momento. Los miembros de esta plataforma creen que el interés del gobierno asturiano en proporcionar soluciones para el despoblamiento rural no debe estar reñido con la capacidad de las aldeas para continuar desarrollando su actividad ganadera con normalidad.

Para facilitar una mejora en la convivencia, la plataforma ha presentado un documento en el que arrojan varias medidas correctoras, que, con la intervención del Principado, podrían mejorar la situación. Entre estas destaca la anteriormente mencionada, aludiendo a que en Francia ya se ha llevado a cabo esta medida. «Tienen un gran respeto por el campo, y tan solo les hizo falta dos meses para desarrollar una ley que protegiese todos estos aspectos», detalla Valladares. Además, desde Asturias Ganadera consideran que sería necesario la vinculación del turismo rural más cercano a lo que es la realidad de los pueblos, invirtiendo en material didáctico que ayude a los visitantes a conocer las normas de la vida en dicha zona.

Los ganaderos creen fundamental que se elaboren leyes, reglamentos y ordenanzas que regulen ciertos aspectos, como puede ser el manejo de los perros de trabajo o el de los animales de compañía, y que cualquier medida que se pretenda implantar en los pueblos debe contar con la aprobación de la población rural local que pueda verse afectada.

«No puede ser que un ganadero se levante un día con una denuncia por tener a su perro atado, porque lo consideran maltrato, y por la tarde le llegue otra por tener al animal suelto», ejemplifica Xuan Valladares, portavoz de la plataforma, siendo este uno de los puntos más contundentes a destacar en su queja sobre las nuevas llegadas a los pueblos. A esta se suman otras, como la desconsideración hacia la propiedad privada (utilizando los prados ajenos, o cogiendo fruta de los árboles), o la acusación de un manejo inadecuado de mascotas, con alusiones a los despeñamientos del ganado, animales mordidos o muertos, o conflictos con perros de trabajo.

A través del comunicado que han hecho público, desde la plataforma afirman que el gobierno regional destaca por su «incapacidad en proporcionar soluciones al despoblamiento rural», asegurando que la administración «no debe coadyuvar a repoblar los pueblos con gente de fuera sin asegurar los mecanismos que blinden los derechos locales». Los ganaderos aseguran que, aunque haya ejemplos de integración exitosa y fructífera de nuevos habitantes en el mundo rural, una gran parte de estas personas, especialmente los que se trasladan desde ambientes más urbanos, generan muchos problemas de convivencia y ponen en peligro actividades y costumbres asumidas con naturalidad por la población local.

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