El 50% de la industria alimentaria asturiana ya forma parte de Alimentos del Paraíso

El éxito de Alimentos del Paraíso es ya una realidad. Así lo mostró la jornada de promoción e información celebrada recientemente en el Centro Tecnológico Agroalimentario Asincar, en la que la directora general del Desarrollo Rural y Agroalimentación, Begoña López, cuantificó en el 50% de la industria alimentaria asturiana la que ya forma parte de la marca.

El siguiente paso, adelantó López, será exigir la pertenencia a la marca a todos aquellos productores que quieran participar en ferias del sector. «Es muy importante, porque luce mucho más si vamos todos en consonancia, da una imagen de unidad muy importante», detalló la directora general, quien aclaró que se hará paulatinamente y «con tiempo para cambiar las etiquetas».

Alimentos del Paraíso se inició en 2007 y despegó hace año y medio gracias al impulso de la Consejería. «Entendimos que la marca serviría para generar un valor diferencial y, por tanto, más riqueza», explicó López.

Así, tal y como completó Vidal Álvarez, jefe del Servicio de Desarrollo Agroalimentario de la consejería, de 78 operadores en 2018, Alimentos del Paraíso ha pasado a contar con 347, lo que incluye una amplia variedad de productos con denominación de origen protegida (DOP), indicación geográfica protegida (IGP), de agricultura ecológica y otras marcas de calidad.

«Asincar lidera la marca de garantía de chorizo y morcilla asturiana, que están dentro de la marca, lo que significa que unos 25 productores forman parte de ella», concretó sobre el clúster de empresas agroalimentarias su presidente, Antonio Palacio.

Ligada al sello Asturias Paraíso Natural, Alimentos del Paraíso ya tiene un valor en sí mismo que se reconoce dentro y fuera de la región y que no deja de crecer. Cada año engloba más elaboraciones.

Para ello, indicó Mayte Villastrigo, coordinadora en Asincar, se están incorporando nuevos pliegos. «En nuestro caso hemos redactado y vamos a ser organismo de control de uno que servirá para añadir los productos transformados, como por ejemplo una hamburguesa realizada con carne de la IGP de ternera asturiana, que actualmente no entraría», abundó.

La directora general nombró otros ejemplos: «Están a punto de salir las conservas de pescado, recientemente hemos sacado los postres lácteos con el LILA y Asincar y la rula de Avilés, poco a poco vamos creciendo, tenemos en mente el pan». El objetivo es, aseguró, diferenciar «calidades y origen».