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«Salvar al mundo rural no es cuestión de dar subvenciones, sino de fijar población»

«Salvar al mundo rural no es cuestión de dar subvenciones, sino de fijar población»

Rosa Rodríguez Menéndez Cunqueira ·

La teoría para llenar los pueblos la sabe y ella es un ejemplo, pero alerta sobre la falta de niños y de la importancia de no perder la identidad

J. M. P.

GIJÓN.

Martes, 27 de septiembre 2022, 01:00

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Rosa Rodríguez Menéndez siempre ha vivido en lo rural. Para mayores, en la alta montaña, donde la nieve corta las comunicaciones a la primera de cambio. En Trabáu, Degaña, lucha por la continuidad de los pueblos y por una cultura, la de los cunqueiros, que es mucho más que un oficio. Una parte de sus ventas va al proyecto Salva el mundo rural; ahora están restaurando el Mulín de Rusil, en Villardecendias (Ibias).

-Enhorabuena, lo primero.

-Es un gran orgullo que una iniciativa como la nuestra, totalmente autofinanciada y autogestionada, sin ayudas administrativas de ningún tipo y sostenida con nuestro trabajo y el inestimable apoyo de amigos y clientes, funcione en una aldea de apenas 20 habitantes.

-¿Qué es La Guarida del Cunqueiru?

-Un encuentro con la cultura, concretamente con la de nuestra zona. Es un espacio dedicado al oficio del torneiru-cunqueiru-tixileiru, que fue importantísimo en cuatro pueblos del suroccidente. Los hombres se iban ocho o nueve meses por la península a vender lo que fabricaban y traían, además de cultura e ideas de otros lugares, provisiones no perecederas tales como sal, pescado salado y frutos secos. La intención de la guarida también es defender nuestra manera de hablar, que es diferente al resto de Asturias. Con todo, intentamos que el mundo rural sobreviva porque en los pueblos, sobre todo en los de montaña, cada vez hay menos gente y no hay niños; lo que vemos es bastante triste. No hay ayudas administrativas para que la gente joven pueda venir a la zonas rurales, lo contrario, hay impedimentos y trabas.

-¿Cómo nace el proyecto?

-Llevo más de 20 años en esto. El origen de nuestro taller-tienda, en el que también está mi hijo Víctor García, que a sus 30 años es el último cunqueiru que queda, está en El Rincón Cunqueiru. La guarida supone una nueva etapa tras más de 15 años vinculados al proyecto iniciado en 2005 por Victorino García, fallecido en 2020. Cuando falta alguien es como volver a empezar, porque ya no son las mismas cabezas pensantes, y de ahí el cambio.

-¿Los asturianos saben todo esto?

-Un porcentaje bastante elevado sí, sobre todo los que tienen interés por conocer los oficios y las zonas de nuestra comarca. Nosotros nos encargamos de contárselo. Las nuevas tecnologías nos permiten llegar más lejos y más públicos. La tradición no está reñida con la innovación.

-Se habla mucho del mundo rural y su futuro. ¿Es un discurso vacío o con contenido?

-Salvar al mundo rural no consiste en dar subvenciones, sino en fijar población, y para eso tienes que garantizar que la gente joven tenga trabajo. La Administración debería buscar un sistema para que la gente joven pudiera quedarse si quiere hacerlo, porque ahora lo que hacen es irse.

-¿Ustedes que están en el suroccidente notan el aislamiento?

-Estamos muy abandonados, y eso que las carreteras mejoraron mucho en los últimos años. Pero más allá de las carreteras la cuestión está en fijar población, en tener los medios para retenerla.

-¿Cómo se hace?

-Para vivir en la zona rural tienes que tener claro querer hacerlo y saber de qué vas a vivir. Para sacar el proyecto adelante las pasarás canutas y tendrás que pelear a diario por sobrevivir. No hay más. Este mundo es muy difícil porque implica muchas horas de tu vida, trabajar casi todos los días muchas horas y ser multitarea, pues terminas haciendo seis o siete trabajos por no tener economía para pagarle a otro que lo haga.

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