Profesionales sanitarios realizan una cirugía torácica en el HUCA. pablo lorenzana
Sanidad

Los hospitales asturianos necesitan anestesistas con urgencia para cubrir su actividad quirúrgica

Los especialistas hablan de situación «extrema» y de cierre de quirófanos, especialmente en los centros comarcales como el de Arriondas y Jarrio

miriam suárez

Domingo, 7 de agosto 2022, 21:55

El hospital comarcal de Jarrio ha reducido las cirugías un 80% y en el Álvarez Buylla de Mieres, directamente, hubo que suspender las operaciones previstas en más de una ocasión. Es la punta del iceberg de un problema de falta de anestesistas que ya viene de lejos, aunque cada vez resulta más evidente. Según denuncian los profesionales, la sanidad pública asturiana necesita un refuerzo de «al menos» 25 facultativos especialistas de área para poder cubrir adecuadamente la actividad quirúrgica de la región.

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«En su momento, no contrataron a los residentes que finalizaban; a muchos, prácticamente los echaron del sistema sanitario», lamentan. Y de aquellos polvos vienen estos lodos: «Todos los anestesistas del Sespa -Servicio de Salud del Principado- que realizamos jornada ordinaria más guardias estamos sobrepasando el máximo de la normativa europea de 48 horas semanales en cómputo semestral. Todos estamos por encima del límite de horas establecido».

De hecho, para cubrir la falta de especialistas, sobremanera en períodos vacacionales como el actual, hay profesionales que hacen guardias de 24 horas «día sí, día no» o trabajan «varios fines de semana seguidos». Una situación que portavoces del colectivo de anestesiólogos consideran «insostenible» y para la que urgen soluciones efectivas «y no parches».

En el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) hay previstas 76 plazas de anestesista. En el Hospital de Cabueñes, en Gijón, 26. Y en el San Agustín de Avilés, 17. Pero en los tres casos hay vacantes sin cubrir: «En torno a media docena». Por tanto, la plantilla real no se ajusta a la estructura orgánica prevista por las autoridades sanitarias y se encuentra ya de por sí mermada para asumir las necesidades de la sanidad pública asturiana. A eso se añaden vacaciones y bajas laborales, durante las cuales algunos hospitales se quedan en cuadro.

Los vacíos que surgen «solo se logran cubrir con mucho esfuerzo personal por parte de la plantilla. Llevamos muchas horas a la espalda y estamos hartos», declaran profesionales del servicio de Anestesiología y Reanimación del HUCA. Si en los grandes hospitales asturianos la situación resulta complicada, en los centros comarcales «el déficit de anestesistas es extremo».

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Ponen el foco en el Hospital del Oriente, donde «no han conseguido cubrir mínimamente la plantilla. Se llega al punto de que anestesiólogos que consiguieron plaza por oposición en dicho hospital renunciaron a ella para seguir de eventuales o bien para irse fuera». Como consecuencia, al complejo hospitalario de Arriondas le hacen falta tres anestesistas casi de continuo. «Estamos hablando de un déficit estructural, no coyuntural», subrayan fuentes de la red asturiana de Atención Especializada.

¿Y cómo garantiza el Sespa, entonces, la actividad en los quirófanos? «Utiliza como parche la figura de movilidad forzosa, diseñada para posibles eventualidades, que no para actividad de quirófanos programados». El Sespa suele desplazar a Arriondas, Jarrio y las Cuencas a anestesistas del HUCA que, como buque insignia de la sanidad asturiana, es el que tiene una mayor dotación de especialistas. «Y como tiene muchos quirófanos, pues no se nota tanto si hay que cerrar un par de ellos y aplazar operaciones. Pero la gente debe saber que en los hospitales que ceden facultativos se tienen que programar menos cirugías», inciden.

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No solo eso. «Se nos llama de un día para otro y tienes que ir a trabajar a un hospital que no conoces sin ninguna planificación. Habitualmente, en horas de guardia», prosiguen. El relato de la situación se enciende, porque «la sobrecarga de trabajo es brutal», y llegan a reprochar al Sespa que «nos tienen rellenando huecos como a pardillos». Así es que «cuando por ejemplo en el HUCA ya realizamos tres fines de semana de guardia casi como normal general, de un día para otro nos comunican que tenemos que trabajar el cuarto, y a veces a 100 kilómetros de tu casa».

En el Hospital Central, concretamente, este año le denegaron semanas de vacaciones en agosto a una veintena de anestesistas. Es la gota que colma el vaso: «Faltan recursos humanos para realizar toda la actividad que pretende el Sespa y los que hay se gestionan mal. La gente está cabreada y con un hartazgo infinito. Lo único que están consiguiendo es una desafección hacia la especialidad y hacia el sistema sanitario». Y eso explicaría el por qué de que haya cada vez menos médicos especializados en Anestesiología y Reanimación.

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