«La protección del lobo dejará 'extraer' al ejemplar que causa daño constatado»
Hugo Morán Secretario de Estado de Medio Ambiente ·
«Nos estamos quedando a la cola en Europa. Si no cambiábamos el estatus de la especie a medio plazo, corríamos riesgo de perder ayudas de la UE»Hugo Morán (Lena, 1963) es el 'número 2' del Ministerio para la Transición Ecológica. El viernes el exalcalde de Lena explicó su experiencia ... en una jornada de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y detalló su agenda verde.
–¿Cuál es el mayor disgusto que le ha causado su posición sobre el lobo?
–Mi incapacidad para hacer comprender a unos y otros que es necesario un punto de encuentro. Se habla de la coexistencia entre lobo y ganadería, pero falta el tramo anterior, la coexistencia entre las posiciones de unos y otros.
–El proceso para proteger al lobo parece condenado a terminar en los tribunales. ¿Se lo temía?
–Tengo 57 años y llevo toda mi vida en Lena. Conozco la dificultad para gestionar el disgusto que supone para el ganadero, pero en este momento en Europa nos estamos quedando a la cola de este proceso de adaptación.
–¿En qué sentido?
–Eslovaquia y Polonia acaban de prohibir la caza del lobo. Solo quedamos Estonia, Lituania, Letonia, Rumanía, el norte de Finlandia y el de España. La tendencia es que cada vez más la Política Agraria Común (PAC) exija compromisos en biodiversidad. España, como uno de los grandes beneficiarios de la PAC, no puede permitirse el lujo de presentarse como una anomalía.
–¿Si no cambiábamos el estatus del lobo corríamos riesgo de perder ayudas de la UE a medio plazo?
–A medio plazo es seguro que sí.
–¿Estará el lobo dentro del listado de especies silvestres de especial protección (Lespre) antes del 25 de septiembre?
–La catalogación es un proceso reglado que en pocos meses se resuelve cuando no hay división que obliga a alargar el diálogo. Estamos a la espera del dictamen del Consejo de Estado y, tras él, estaríamos en disposición de aprobar la orden ministerial. La fecha de 25 de septiembre era la previsión para que las comunidades adaptaran sus planes de gestión. Es cuando decae la veda de caza mayor y no queríamos ese vacío.
–El Principado acaba de aprobar el suyo, con un cupo de 32 animales a abatir. No parece que haya adaptado su sistema.
–El lobo va a dejar de ser una especie cinegética, pero eso no significa que no esté sujeta a control. Ahora es especie cinegética al norte del Duero salvo en Asturias, donde dejó de serlo hace 30 años. Alemania y Francia tienen un estatus parecido al de Asturias, tampoco lo consideran cinegética, pero lo someten a control cuando hay daños.
Cambios en el plan asturiano
–Entonces, ¿qué cambios debe hacer el Principado en su plan?
–Ajustar sus mecanismos de control a los límites que establece la directiva comunitaria.
–Principado y ecologistas dudan que la protección permita controlar la especie. Recuerdan que la Ley de Patrimonio Natural establece que entrar en el Lespre prohíbe «cualquier actuación hecha con el propósito de darles muerte, capturarlos, perseguirlos o molestarlos».
–Sí, pero con la excepción de que en caso de que haya daños y estén constatados, mediante informe técnico, se establezca la necesidad de la extracción, que puede ser traslocar al animal o abatirlo si no es posible. Eso, en el marco de la directiva, es posible y es lo que tiene que hacer Asturias. ¿Qué ocurre? Que no puedes establecer 'ex ante' un número de lobos a abatir porque no sabes los daños que habrá. Los controles tienes que hacerlos una vez constates los daños y haya ejemplares concretos que los causen.
–Con la inclusión en el Lespre no podremos seguir poniendo un cupo, pero sí autorizar extracciones después del daño.
–Eso es. Es una gestión más adaptada a la realidad, que nos homologa con el modelo francés y alemán.
–A cambio de la protección, prometen implicarse en la gestión.
–La estrategia está muy avanzada y busca corregir una situación inadmisible. Sobre las comunidades y los ganaderos recaían los costes y la Administración General del Estado no participaba. Eso generaba malestar en el sector.
–¿Cuánto dinero pondrán?
–Los costes de los daños son de entre cinco o seis millones al año. Al menos el 50% lo tiene que asumir la Administración General del Estado y debemos poner recursos humanos y técnicos. Planeamos crear un grupo estatal del lobo que homogenice el tratamiento en tasaciones y pagos.
–El oso crece a tasas del 10% al año y acumula daños. ¿Se implicarán también en la gestión?
–Sin duda. Los planes de gestión de hace cinco o diez años respondían a unas necesidades pero hoy ya no lo hacen. Estamos ya trabajando en su actualización.
–¿Qué novedades incluirán?
–Respecto a Pirineos, el oso pardo cantábrico es más huidizo, menos agresivo, pero donde encuentra fácil alimento tiende a consolidarlo. Tenemos que anticiparnos para que los contenedores de basura no sean elementos que modifiquen el comportamiento de la especie.
–¿Para cuándo la aprobación de la regasificadora?
–Hemos evacuado la declaración de impacto ambiental positiva, y ahora ya depende de Planificación Energética.
–Los ecologistas están frustrados. Ven que las sentencias que declararon ilegales la regasificadora y la depuradora del Pisón no han tenido más consecuencia que retrasarlas.
–Quien judicializa un procedimiento debe estar a lo que arbitran los tribunales. En el caso de la depuradora, la sentencia dice que había que adecuar la declaración ambiental a los fallos u omisiones y es lo que se hizo.
–¿Está resuelto jurídicamente?
–Entendemos que lo está en los términos de la sentencia.
Depuración y abastecimiento
–¿Cuándo tendrán terminada esa depuradora?
–Esperamos que a finales de año pueda estar más o menos en condiciones de entrar en servicio.
–Dejarían de pagar la multa a la UE. ¿Cuánto llevamos abonado?
–No me atrevo a concretar el caso de Gijón, pero a nivel país estamos por encima de los 40 millones. El caso de Gijón era el mayor en el expediente.
–Invertirán 15 millones en la reforma de La Reguerona, en Gijón. ¿Han empezado las obras?
–Físicamente no, pero el proceso está lanzado.
–La de Maqua, en Avilés, se licitó en casi 40 millones.
–Estamos pendientes de resolver el expediente de disponibilidad de terrenos por parte de la Dirección General de Costas. Son suelos con un recorrido histórico ciertamente complejo. No creo que estemos en condiciones de adjudicar este año.
–El Principado tiene un plan de abastecimiento a diez años. En vez de Caleao, propone grandes arterias para llevar el agua de un lado a otro. Cuestan unos 250 millones y les piden que cofinancien. ¿Están por la labor?
–Compartimos el planteamiento estratégico que hace Asturias para garantizar el abastecimiento del área central. Mejora lo anterior, pues prescinde de ese gran embalse y es fruto de una mayor eficiencia de Arcelor, que permite liberar parte del recurso que tenía en el Narcea. Eso necesita una red de abastecimiento y estará en el plan de cuenca.
–Arcelor acaba de presentar su plan de descarbonización. ¿Confía en el despliegue del hidrógeno verde? ¿Llegará a tiempo?
–Es una de las grandes apuestas estratégicas de la UE y en ello coinciden los mundos de la política y la economía. ¿A qué ritmo?Planificaciones hechas a diez años vista rompen barreras y aceleran procesos cuando se identifica que esa es la estrategia, pues entonces recursos que se destinaban a tecnologías convencionales se derivan a las emergentes y eso acelera la investigación. Confío en que la estrategia del hidrógeno verde acelere su calendario.
–Parece ciencia ficción suministrarlo a Arcelor en tuberías que llegan de no se sabe dónde...
–Internet era algo que se intuía también en ese mundo de la ciencia ficción y si uno echa una pequeña mirada atrás y piensa en la época en la que surgió, no parecía que fuera a revolucionar nada, pero hoy es imprescindible.
–¿Dónde están las alternativas de empleo a las dos térmicas que cerraron en Asturias?
–El Instituto para la TransiciónJusta tiene bastante avanzado el plan de actuación de Asturias. La presentación de una parte de ese plan es inmediata. Las empresas están trabajando sobre el territorio y hay proyectos en el caso de Lada, con Iberdrola. Siempre se quiere más y a más velocidad, pero el proceso de atracción y generación de empleo está ahí. Esta comunidad empieza a ser un territorio capaz de atraer inversiones que se disputan otras, lo cual tiene que llevar a ser una comunidad que empiece a creer en sí misma y ver que las alternativas están ahí.
«No hay territorios a salvo de inundaciones tan catastróficas como las de Alemania y Bélgica»
–Alemania y Bélgica llevan más de 150 muertos sacados del lodo. ¿Podemos tener inundaciones tan catastróficas en España?
–No es que pueda suceder, es que ya está sucediendo. Cosas que las generaciones vivas no recordaban están empezando a volverse habituales. Dijimos que había que hacer las cosas pensando en el año 2100, pero las proyecciones se han visto desbordadas y situaciones extremas que se esperaban tras el año 2050 están pasando ahora. Canadá llegó a los 50 grados, es inédito.
–¿Asturias no está a salvo?
–No hay territorio que lo esté. Asturias ya ha tenido episodios y ha puesto mecanismos de defensa, pero dimensionados a lo que conocemos hasta ahora. Nuestra obligación ahora es actuar en el dominio público marítimo-terrestre e hidráulico, porque si no la naturaleza lo desbordará.
–Estamos junto a San Lorenzo. ¿Hay que dejarla estar, retranquearla o rellenar con arena?
–La subida del nivel del mar implica que superficies de playa que hoy conocemos a la vuelta de dos o tres décadas perderán fondo de arena y el mar se acercará más. La gente está acostumbrada a encontrar un espacio siempre igual y es difícil explicar que usos que han formado parte de su vida van a verse modificados.
–¿Qué supone en este caso?
–Estamos intentando poner sobre la mesa mecanismos de planificación, tanto normativos como presupuestarios. Una de las convocatorias del Plan de Recuperación es una línea de renaturalización urbana para ciudades de más de 50.000 habitantes. Las de interior deben adaptarse a las olas de calor, las de litoral a un espacio marítimo distinto.
–¿Tienen alguna solución pensada para esta playa?
–Tenemos casi concluida la estrategia de adaptación del borde mediterráneo.En los próximos dos años licitaremos las del borde cantábrico. Son estrategias que dan herramientas para que luego las administraciones autonómicas y locales adapten a sus planes de ordenación.
–El Ayuntamiento de Gijón tiene un proyecto para renaturalizar el Piles. ¿Lo apoyarán?
–Hay dos convocatorias en las que puede encajar y una de ellas la sacaremos de inmediato.
–¿Les encaja el planteamiento?
–Lo único que tiene que hacer Gijón es tener el proyecto listo para presentarlo.
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