Los concejos azotados por las inundaciones se afanan en despejar carreteras y limpiar el barro

Los concejos afectados por las fuertes lluvias tratan este jueves de volver a la normalidad. Con las treguas intermitentes que están concediendo las precipitaciones, operarios de los ayuntamientos y vecinos se afanan en limpiar los destrozos que el agua provocó en las últimas horas, mientras confían en una mejora definitiva del tiempo. En Arriondas, los esfuerzos se centran tanto en la zona escolar y el barrio de El Barco como en la deportiva, donde ha sido una mañana de limpieza y retirada del barro. El hospital, por su parte, sigue a la espera de recuperar la actividad tras ser evacuado ayer de forma preventiva.

En Llanes, donde se produjo la rotura de la macro traída de agua con el consiguiente corte de suministro en la parroquia de Posada, el Ayuntamiento retomó el servicio esta madrugada «una vez cargado todo el depósito de agua por la noche». No obstante, «debido al consumo que se ha producido en estas horas, nos vemos obligados a volver a cortar el suministro», informaron esta mañana. La empresa Asturagua cargará el depósito de Santo Toribio mediante camiones cisterna y «una vez se recuperen los niveles de presión se volverá a abrir el servicio a los usuarios», afirmaron. Apuntaron además que la empresa «tiene acotada la posible avería» y que «en cuanto las condiciones lo permitan se acometerán los trabajos necesarios para repararla».

En Ponga, uno de los municipios más golpeados por las lluvias, el trabajo es incesante desde primera hora. Las calles de San Juan de Beleño amanecieron cubiertas por el barro arrastrado por el agua y los argayos se suceden por distintos puntos del concejo, desde el acceso al cementerio a carreteras como la PO-1. Desde el Ayuntamiento de Ribadesella indican por su parte que la situación ha mejorado y no se han registrado nuevas incidencias. En Peñamellera Baja se encuentran valorando los daños y realizando tareas de limpieza, al igual que en Cangas de Onís, donde los operarios municipales prosiguen con la retirada de argayos y se están además recopilando los problemas para buscar soluciones.

La crecida del río Nalón durante esta madrugada ha causado estragos que desde primera hora del día traían de cabeza a los vecinos de Pravia. Esta ha sido una de las zonas más afectadas por esta crecida, con inundaciones que han afectado tanto a domicilios como a diversas plantaciones, principalmente de kiwis, que ocupan las riberas del río. Los vecinos y productores trabajaron desde primera hora de la mañana, e incluso durante la noche, para intentar esquivar los datos.

«Desde que está casa está aquí, y son muchos años, nunca había llegado el agua, pero últimamente tenemos que vivir con ello cada vez que abren las compuertas de los embalses en momentos de pleamar. Si esto fuese crecida natural no me llega hasta aquí», afirmó María José Suárez, vecina de Peñaullan. Tanto ella como su marido vieron como el agua llegó hasta el borde de la carretera, y se vieron en la necesidad de sacar sus coches del garaje, ubicado en el bajo de la vivienda, para evitar daños mayores.

Como ellos, otros vecinos se levantaron esta mañana con el agua en lugares insospechados, aunque quienes ya sospechaban lo que se podían encontrar, eran los profesionales del campo. El directo técnico de las plantaciones de KiwiNatur, Ignacio Cavanilles, comprobaba el estado de estas junto a EL COMERCIO esta misma mañana. «Esperaba que el agua estuviera más alta. Creí que no podríamos acercarnos un poco más», explicó en la entrada al prao Salcedo, conocido por albergar la festividad del Xiringüelu, pero que lucía hoy un aspecto muy diferente, totalmente cubierto por agua.

Esta situación ha provocado que la recolecta en una de las plantaciones se haya quedado a medias, y a pesar de la altura a la que se sospecha que pudo llegar el agua, el técnico considera que la cantidad de agua no afectará a la vida de las plantas. «La vega del río Nalón es francoarenosa, y filtra el agua bastante bien. Podría tardar unos días en filtrar todo, pero todo esto contando con que deje de llover», explicó Cavanilles. La previsión de lluvias de este fin de semana no favorece a la mejora del terreno, y un exceso de agua podría provocar que la planta sí que se resistiese. Por el momento, solo queda observar de cerca, y esperar a ver cómo evoluciona el temporal.

Además, el tráfico rodado se está viendo afectado en Muros de Nalón. El puente de Portilla, que une Soto del Barco y Muros a través de la N-632, permanece abierto, aunque con paso alterno en ambos sentidos debido a la acumulación de troncos arrastrados por el río Nalón. El tráfico está siendo regulado por semáforos.

Esta situación se mantendrá, en función de la situación meteorológica, las condiciones de seguridad del puente y de las labores de desatasco que se están llevando a cabo, informa el Ayuntamiento.

Pese a las incidencias, las previsiones meteorológicas para las próximas horas, así como la evolución de los niveles de los ríos han llevado al SEPA a desactivar el Plan de Inundaciones del Principado de Asturias (Planipa).

Durante las horas que estuvo activado el plan el Centro de Coordinación de Emergencias del SEPA contabilizó un total de 176 incidencias relacionadas con este episodio: 39 por inundaciones, 9 por ríos desbordables, 68 cortes de la red viaria, 22 limpiezas de carreteras y 38 inundaciones de la red viaria.

En este periodo la Sala del 112 Asturias atendió un total de 2.806 llamadas.

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