La inversión ferroviaria que pide el Noroeste generaría unos 2.100 empleos en Asturias

La declaración institucional que sellaron el pasado viernes en Santiago de Compostela los tres presidentes autonómicos en la cumbre más multitudinaria a favor del Corredor Atlántico, a la que asistieron un millar de asistentes, prevé inversiones de mejora y construcción de nuevos trazados en Asturias por valor de 2.760 millones de euros y, según los cálculos realizados por el Clúster de la Función Logística de Galicia, su ejecución podría generar unos 2.175 puestos de trabajo en la región mientras se desarrollan los trabajos, previsiblemente hasta 2040.

En concreto, el documento firmado por los tres dirigentes autonómicos en presencia de una amplia representación empresarial y política de las tres comunidades recoge la ejecución de la variante de Villabona, un ramal de conexión a la ZALIA, levantar en el polígono una estación intermodal y los accesos pendientes al puerto de Gijón. También se ha incluido en la estrategia común la necesidad de hacer variantes de trazado y adaptaciones de túneles entre Mieres y El Caleyo, la adecuación de vía y ampliación de la capacidad entre Lena y Mieres y otra entre Lugo de Llanera y Cancienes. Se pide también un apartadero específico para trenes de mercancías largos, de 740 metros, la implantación del ERTMS de Lena a El Musel y recuperar la autopista del Mar.

El gerente del Clúster de la Fundación Logística de Galicia, Iago Domínguez, explica que la mayor parte de las inversiones previstas en Asturias «son de nuevo trazado y necesitan un proyecto constructivo», por lo que el grueso del montante que se calcula que debería gastarse en Asturias tardaría en ejecutarse unos años. No obstante, entiende que en los primeros años podrían verse avances en los trabajos de renovación. Una vez completadas las obras, no antes de 2040 según el documento presentado el pasado viernes, se estima que podrían triplicarse las mercancías que van en ferrocarril en las tres comunidades, las empresas ahorrarían 1.350 millones en costes logísticos y se reduciría la emisión de CO2 en 22 millones de toneladas.

En todo caso, el experto explica que hay margen de mejora en el volumen de mercancías que transportan los trenes en el Corredor Atlántico sin necesidad incluso de completar esta importante inversión. Se refiere Domínguez a la aplicación de una serie de mejoras de gestión por parte de la Administración que, según el estudio realizado por el Cluster, apenas supondrían inversión y que, sin embargo, permitirían prácticamente duplicar el volumen de mercancías actual en las tres comunidades, pasando de los siete millones de toneladas actuales a unos 13. «Los estudios técnicos que realizaron consultoras externas así lo atestiguan», señala Domínguez, quien entiende que un primer paso importante es el nombramiento de José Antonio Sebastián como comisionado del Corredor Atlántico, anunciado por el Ministerio de Transportes mientras se celebraba la cumbre. Pero, además, plantea la importancia de redactar un plan director, favorecer la participación de empresas privadas y adoptar medidas que permitan facilitar el acceso a los servicios porque, argumenta, «lo cierto es que fletar un tren a día de hoy no es nada fácil por la escasez de material rodante».

«Hay mucho margen para mejorar en materia de gestión y, si se hiciera, la infraestructura tal y como está ya permitiría transportar muchas más mercancías de las que se están llevando», asegura. Entiende que se trata de un esfuerzo que debe hacerse principalmente a nivel nacional, como titular de la infraestructura, si bien sostiene que los Gobiernos autonómicos deben implicarse también por su participación en la gestión de los puertos y en la coordinación con el transporte de carreteras, «y yo creo que están en esa idea», celebra.