Borrar
Aspecto de un león de las cavernas.
Un león de 360 kilos

Un león de 360 kilos

El ejemplar de Panthera spelaea hallado en una sima de Llanes y que vivió hace 43.000 años era más grande y robusto que el actual, según una investigación liderada por la Universidad de Oviedo

a. collado

Viernes, 24 de enero 2020, 04:25

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Un león macho moderno, de los que se pasean orgullosos en pleno siglo XXI por el Serengueti en Tanzania, por el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica o por su recinto de Cabárceno en Cantabria, pesa aproximadamente 190 kilos. Muy poca cosa en comparación con lo que, al parecer, pesaban sus ancestros. Un equipo de investigación liderado por la Universidad de Oviedo ha constatado que el león de las cavernas (Panthera spelaea) que fue hallado en una sima de Llanes en 2014, y que vivió hace nada más y nada menos que 43.000 años, pertenecía a una especie más grande y notablemente más robusta que la actual, aunque cercanamente emparentada. Todo esto se ha sabido gracias, en parte, a que el conjunto fósil se ha conservado en un estado bastante bueno, incluyendo gran parte del cráneo y de las extremidades anteriores, además de algunos restos de las vértebras, costillas y de las extremidades posteriores. Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista 'Quaternary Science Reviews'.

El estudio paleontológico ha permitido saber que se trata de un individuo macho con un peso estimado de unos 360 kilogramos. Pero el hallazgo da para mucho más. Junto con el esqueleto del león, han aparecido también restos de otros grandes carnívoros, como un leopardo y un lobo, demostrando que vivió en una época en que la fauna era mucho más rica que la actual, con abundancia de grandes herbívoros de los que podían alimentarse estos grandes carnívoros.

Tanto el león como el resto de los carnívoros murieron al precipitarse por un pozo natural de 16 metros de altura, que actuó como trampa natural. Junto con estos grandes depredadores también se recuperaron multitud de restos de micromamíferos, es decir, ratones, lirones, topillos, musarañas, etc. Estos pequeños animales, explican desde la Universidad, son muy sensibles a los cambios ambientales, de modo que cada especie solo está presente bajo ciertas condiciones de temperatura, pluviosidad, vegetación y proximidad a ríos, entre otros factores, por lo que el estudio de sus restos tiene una gran importancia a la hora de establecer el ambiente en el que vivían.

El director de esta investigación, Diego J. Álvarez Lao, profesor de Paleontología de la Universidad de Oviedo, afirma que «gracias a los restos de estos pequeños animales podemos saber que, tanto ellos mismos como el león y los demás depredadores, vivieron bajo unas condiciones climáticas relativamente templadas y húmedas con desarrollo de bosque: un paréntesis templado acontecido durante la última glaciación».

El conjunto se descubrió durante una exploración espeleológica llevada a cabo por miembros de la Sociedad Espeleológica y Barranquista Escar (Asturias), en el yacimiento denominado Torca del León (Porrúa, Llanes). Bajo la dirección del profesor Diego J. Álvarez Lao, han trabajado investigadores de las universidades de Oviedo, Complutense de Madrid y de Rouen (Francia) y del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios