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La lista de espera en los centros de salud acumula dos días de demora

Salud defiende que en el nuevo plan para la Atención Primaria «un profesional ayudará al paciente a decidir cómo y cuándo ser atendido»

EDUARDO PANEQUE

GIJÓN.

Miércoles, 12 de mayo 2021, 01:16

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La Consejería de Salud detalló ayer el plan para la reorganización de la Atención Primaria cuya implementación espera tener concluida para el 1 de junio. La estrategia gira en torno a dos ejes: la duración que se dedicará a cada paciente, con un incremento de la presencialidad, y el hincapié en el control de aforos en los centros de salud, consecuencia directa de una mayor afluencia. A este reinicio se llega tras un año en el que la demanda asistencial creció entre un 20 y 25% en varias áreas sanitarias. Además, la demora media para una primera cita en Atención Primaria se sitúa en menos de dos días en el 72% de los centros de salud para consultas de medicina, y el 97% en el caso de pediatría y enfermería.

Precisamente, en ese 28% de los casos donde la cita con el médico supera los dos días es donde se han implantado los bloques de tarde. Hasta ahora esta decisión se tomaba cada semana o quince días, en función de la presión asistencial. La intención de Salud, pensando en las vacaciones -de junio a septiembre-, es cerrar una planificación para todo ese periodo. Solo desde el 2 de febrero se han autorizado 107 consultas de tarde en 17 centros de Atención Primaria en tres áreas sanitarias.

Pero uno de los puntos calientes de este nuevo plan es el referido a la presencialidad, que levantó ampollas los últimos días entre sindicatos, profesionales y coordinadores de centros de salud. La gerente del Sespa, Concepción Saavedra, se vio obligada a recular sobre lo avanzado por el consejero el fin de semana en una entrevista en EL COMERCIO. Pablo Fernández Muñiz cuando aseguró que se recuperaría la «atención a demanda», es decir, que el paciente vea a su médico porque «necesite hacerlo». Preguntada por ello, Saavedra señaló que la decisión «dependerá del motivo de la consulta» y, en función de ello, se le «recomendará» y «orientará» al paciente sobre qué hacer. «Si alguien llama porque se encuentra mal, el profesional le ayudará a decidir la forma de ser atendido, que era lo que ocurría y lo que va a seguir ocurriendo» subrayó la gerente del Sespa.

La media de atención presencial a los pacientes será de ocho minutos aunque se da «flexibilidad a los médicos para decidir»

El único protocolo que parece claro es el administrativo, dado que la intención en lo relativo a recetas electrónicas o tramitación de partes es que concluya con la llamada telefónica. La gerente del Sespa cree que la atención no presencial, que se situaba en el 20% antes de la crisis sanitaria, seguirá aumentando porque «la gente joven prefiere ese sistema».

Previo a la presentación de este plan de reorganización, el portavoz parlamentario de Foro, Adrián Pumares, alertaba de un «empeoramiento» del servicio en los centro de Atención Primaria, y se preguntaba: «¿Alguien se imagina que, para acabar con el atasco que existe en las estaciones de ITV, se realice la revisión del vehículo a través del teléfono? Pues eso es lo que se está haciendo con la salud de los asturianos». Por su parte, la portavoz de Salud de Podemos, Covadonga Tomé, lamentó que «el consejero de Salud ha conseguido, con su falta de rigor y claridad, lo que muy probablemente buscaba, enfrentar a sanitarios y ciudadanos».

Ocho minutos por paciente

La otra clave de las nuevas 'Instrucciones para la creación de agendas' es el tiempo destinado a cada paciente. Tal y como avanzó EL COMERCIO el lunes, la estructura estará compuesta por 43 citas. Dentro de ellas, habrá 18 espacios reservados para consultas presenciales, 9 para telefónicas y 5 para no demorables -urgencias y repartos de compañeros que no están trabajando-. A todas estas se les destinará entre 240 y 270 minutos. La media es de ocho minutos y así consta en el anexo de ejemplos del documento. No obstante, Concepción Saavedra explicó que «se da flexibilidad dentro de ese margen para que los profesionales decidan cuánto tiempo estiman que van a dar a cada una de esas citas». A este espacio hay que sumar los 50 minutos para resolver 10 actos administrativos y una visita a domicilio con una duración contemplada de 45 a 65 minutos.

En paralelo, el incremento de la presencialidad obligará a controlar los aforos de los centros. Por ello, uno de los objetivos es «reducir las consultas innecesarias», según explicó el coordinador de Gestión Asistencial del Sespa, Óscar Suárez. Pero también, revisar que se cumplen los criterios, especialmente en el «peor momento de la mañana» cuando ayuden la mayoría de los pacientes. Se mantendrán los controles de acceso con celadores y el triaje administrativo a la entrada.

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