Asturias planta cara al acoso escolar: «Los protocolos son lentos y no funcionan»
Manifestaciones de estudiantes en Gijón y Oviedo exigen más recursos en educación y sanidad pública para combatior el bullying tras el caso de Sandra Peña: «Esta muerte se podría haber evitado»
«Miles de estudiantes en todo el Estado sufrió y sufren el acoso escolar, una lacra terrorífica con la que convivimos día tras día». Esa es la realidad de muchos estudiantes en las aulas de Asturias y de toda España, una triste realidad que le costó la vida a la joven Sandra Peña, la estudiante sevillana de 14 años que se suicidó el pasado 14 de octubre tras sufrir el acoso de sus compañeras en el colegio.
Por eso, el Sindicato de Estudiantes ha convocado este martes una huelga estudiantil en todo el país y manifestaciones al mediodía. En Asturias han tenido lugar en la Escandalera, en Oviedo y en el Parchís, en Gijón, donde cientos de jóvenes han dejado claro que el acoso «no es cosa de niños».
«Desde el Sindicato de Estudiantes queremos, en primer lugar, enviar todo nuestro apoyo y cariño a su familia, a sus amigos y amigas, a todos sus compañeros y compañeras, en estos momentos tan duros. Pero al mismo tiempo, queremos dejar claro que la pérdida de Sandra se pudo haber evitado». En un duro comunicado, la organización estudiantil exige la búsqueda de los responsables que participaron en el caso de Sandra, ya que se ha conocido que sus padres habían puesto en conocimiento del colegio lo que había sucedido y el centro no puso en marcha el protocolo de acoso. Ahora, tanto la justicia como la Junta de Andalucía investigan el caso.
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La situación, lamentan desde el sindicato, se repite en las aulas de todo el país. «Somos muchos quienes conocemos a compañeros y compañeras que han sido o son víctimas de bullying a causa de su estética, de su peso, de su forma de hablar, del color de su piel o su orientación e identidad sexual. Una opresión que no nos deja ser libres, y que hace insoportable el simple hecho de ir a clase, relacionarnos con normalidad y que, en muchas ocasiones, termina con muchas vidas arrebatadas».
En el caso de Asturias, aún no se han publicado las cifras del último curso. En el anterior, según los datos de la Consejería de Educación, se presentaron 469 denuncias por acoso escolar y, tras su análisis, se concluyó que había bullying en 146 casos. La comunidad tiene en marcha varias iniciativas en este sentido, como la agilización para la apertura de los expedientes y la obligación de todos los centros de contar con un programa de prevención.
Los estudiantes ponen el foco también en las administraciones públicas. «Combatir el bullying no puede depender de la buena voluntad de nuestros profesores, la mayoría colapsados por la masificación en las aulas, sino que pasa por contratar orientadoras, psicólogas y mediadoras en todos los centros educativos». Unos medios que, critican una y otra vez los propios docentes, faltan. En las manifestaciones de hoy se ha alzado la voz porque «ni nuestra educación ni nuestra salud mental pueden ser un negocio» y han exigido la «contratación de miles de psicólogos y psiquiatras en la sanidad pública y en cada colegio, instituto y facultad».
En la movilización en Oviedo también ha estado presente Sandra Miranda, la madre que sufrió la pérdida de su hija Daniela tras un caso de acoso escolar. Miranda es portavoz de la asociación Trencats contra el acoso escolar. Ha dicho que los protocoles «no están funcionando» y que «son muy lentos».
El objetivo último es muy claro: «Nuestros centros tienen que ser espacios seguros para todas y todos, sin discriminación, sin machismo, sin racismo, sin LGTBIfobia, y sin fascismo».