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José Antonio Fernández Robledilo, 'Roble', posa con su libro en el parque de Santa Clara.
Pinceles literarios en Villaviciosa

Pinceles literarios en Villaviciosa

Antonio Roble presenta mañana 'Obra', un libro que homenajea su trayectoria

Lydia Is

Jueves, 25 de junio 2015, 00:14

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Su afición por los tebeos -tiene una colección de varios miles de ejemplares- le llevó a empezar a dibujar a plumilla cuando aún era un chaval. Medio siglo después, José Antonio Fernández Robledillo, más conocido por 'Antonio Roble', es uno de los pintores de referencia de Villaviciosa.

Mañana, a las ocho de la tarde, presentará en la Casa de los Hevia 'Obra', un libro publicado por Ediciones Camelot que rinde homenaje a su trayectoria y que incluye una selección de sus acuarelas y óleos preferidos, así como críticas y anécdotas de su carrera. Una de ellas tiene como protagonista al también pintor maliayo Luis Fernando Aguirre. «Tienes un don especial para captar la luz y el color, no lo desperdicies. Por favor, pinta sin desmayo; algún día verás los resultados», le dijo una tarde que lo encontró junto a la ría esbozando un boceto.

Y Roble, obediente, le hizo caso. «Fui autodidacta y siempre lo preferí porque no te dejas influenciar y creas tu propia personalidad», explica, aunque reconoce sentir predilección por el pintor inglés William Turner y la escuela rusa. «Tienen una gran calidad y sentimiento, es una pintura con duende», destaca. De la suya, añade que «es onírica, lírica y muy limpia». «Siempre hice lo que yo quería, quizás porque es una afición y nunca viví de la pintura. Soy una persona que me considero muy comunicativa, pero también es cierto que para mis cosas son muy intimista», apunta.

Además, siente predilección por los fenómenos atmosféricos, protagonistas habituales en sus trabajos, donde el color es un elemento indispensable y Villaviciosa juega un papel fundamental. «La naturaleza está ahí al alcance de todos y puedes verla, pero dentro de cada uno está la interpretación que le quieras dar. La función del pintor es desarrollar su propia personalidad y para mí en una tormenta, en la lluvia y en la niebla se da toda la fuerza de la vida con su belleza y esplendor», asegura.

En cuanto a las críticas recibidas agradece no haber recibido ninguna negativa. «Tengo un dossier con un centenar de ellas y ahora que las repasé para recopilar algunas para el libro fue una sorpresa encontrarme con que fueron tan buenas». Entre ellas hace hincapié en la del experto Jesús Villa Pastur, ya fallecido. «Me definió como uno de los pequeños maestros de la pintura», recuerda Roble. En 1976, Roble expuso por primera vez en el Shalom Art de Oviedo y sumó un amplio currículum de muestras individuales y colectivas. Tiene obras repartidas por toda España, Francia, Inglaterra, Alemania o Japón. Sin embargo, lleva dos décadas sin exponer. «Supone muchos gastos para el pintor y cuando te das cuenta estás regalando tu obra, ahora no corren buenos tiempos», lamenta. Pero reconoce que tiene ganas de mostrar trabajos que el público no conoce. «Tengo una carpeta con 150 acuarelas y otros tantos óleos almacenados», avanza.

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