Estabilizar la ladera del monte Fuxa costará 200.000 euros

Las obras de estabilización de la ladera del monte Fuxa en el paseo marítimo y el acondicionamiento de la travesía urbana de Candás de la carretera AS-239a costarán 200.000 euros. El proyecto remitido por la Consejería de Infraestructuras -en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) al Ayuntamiento de Carreño- deberá contar con la aprobación del Pleno antes de su ejecución.

Los trabajos se llevarán a cabo sobre el talud del monte en un tramo de 661,46 metros, en el que se realizarán siete actuaciones, partiendo de las obras de estabilización realizadas por el Ayuntamiento en la ladera nordeste del paseo. A partir de este punto, se procederá al desbroce y saneo de la superficie afectada con la colocación de una red de malla de triple torsión. Además, se construirán dos muros de hormigón en otros tantos tramos de la ladera que servirán de contención en caso de nuevos argayos. La segunda actuación consistirá en la reposición del pavimento de la travesía urbana de la AS-239a, con una extensión total de 1.470 metros y un ancho medio de 8,5 metros.

El plan de actuaciones, sin embargo, excluye el tramo del paseo que afecta a la vivienda desalojada. Esta decisión se ampara en un expediente de responsabilidad patrimonial incoado tras los desprendimientos de tierra y piedras que tuvieron lugar el 17 de marzo de 2014. Este suceso esta siendo objeto de reclamación en la actualidad por parte de la propiedad de la vivienda.

Según se recoge en el documento técnico de la consejería, «al tratarse de una parte del monte que no linda con el paseo no esta relacionada con el tramo de carretera AS-239a, ni con las condiciones de la cesión al Ayuntamiento que fue objeto de la demanda judicial».

En este sentido, la Consejería de Infraestructuras concreta que el acuerdo con el Consistorio fue la cesión de la ladera colindante del vial y no de todo el frente costero del monte Fuxa, como reclama la propiedad privada afectada.

También se expone que el argayo en la vivienda de la calle Astilleros tiene su origen en las obras de excavación y construcción promovidas por un particular, tal y como quedó establecido en una sentencia del 16 de julio de 2002.