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Rubén Blanco, a la derecha, frente a los escombros.
«Si estoy dentro, no salgo»

«Si estoy dentro, no salgo»

«Lo he perdido todo», lamenta el dueño de la vivienda calcinada en San Pedro de Ambás, que construyó con la ayuda de su abuelo

ALICIA G.-OVIES

Martes, 30 de mayo 2017, 00:09

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No habían pasado ni veinticuatro horas. La madera y los restos de las paredes todavía desprendían parte del calor que habían soportado el día anterior. La imagen daba una idea de la fuerza del incendio que había tenido lugar el domingo. «Si hubiese estado dentro no habría podido salir». A sus 33 años, Rubén Blanco veía desolado lo que quedaba del que había sido su hogar durante cinco años. Una vivienda ubicada en la parroquia maliaya de San Pedro de Ambás que levantó con la ayuda de su abuelo. De lo que había en su interior solo quedan varias fotos quemadas y algún objeto de decoración.

«Lo he perdido todo. Todas mis cosas: la ropa, las fotos...», afirmaban aún incrédulo ante los restos de la vivienda. Él se encontraba disfrutando del fin de semana en Vitoria cuando se produjo el incendio, del que todavía se desconocen las causas. Hasta allí se trasladaron, sobre las cinco de la tarde, varios efectivos del parque de bomberos de Villaviciosa y de La Morgal, quienes dieron las llamas por controladas una hora después. La carga térmica de la casa les obligó a quedarse varias horas refrigerando y saneando el inmueble.

Los propios vecinos tuvieron ayer que llenar varios cubos de agua para extinguir algunas llamas que todavía que hacían salir humo de los escombros.

Empezar de cero

La pérdida material ha sido grande. Blanco está pendiente ahora de que los representantes del seguro acudan hasta allí para poder ponerse manos a la obra. «Esta semana comenzaremos a desescombrar y a empezar de cero», aseguraba. Eso es ahora lo que menos le inquieta. Durante el incendio su perra 'Sombra', una border collie blanca y negra, desapareció. El joven estuvo buscándola ayer durante todo el día acompañado de amigos y familiares sin que hubiese suerte. «Es muy asustadiza», explicaba. Por eso, ha dado aviso a todos los establecimientos de la zona, así como a la protectora de animales. Su otro perro fue rescatado por uno de los bomberos.

Blanco llevaba viviendo en San Pedro de Ambás desde hace cinco años. La casa, una edificación de piedra y madera, había sido construida por el mismo con la ayuda de su abuelo hace casi veinte años. Un trabajo que ahora deberá volver a realizar. «Los bomberos nos han dicho que esperemos un par de días para empezar a trabajar», explicaba.

Por ahora el joven se está quedando en casa de unos familiares. «Por suerte no me encontraba dentro. No habría podido salir porque habría querido salvar todo lo posible», reconocía. Será una investigación en profundidad la que determine ahora qué fue lo que pudo pasar.

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