El abandono lleva a la ruina al hospitalillo de San Román

Los vecinos de San Román de Candamo viven con el miedo de perder uno de los edificios más emblemáticos de su pueblo. El antiguo hospitalillo médico presenta un evidente estado de deterioro, tanto en su fachada como en el interior, que hacen presagiar un final trágico para un inmueble que lleva sin uso desde que se inauguró el nuevo centro de salud de la parroquia, en el año 2007.

Tal es la preocupación que suscita el estado del edificio que el asunto ha llegado hasta la Junta General del Principado. En una de las últimas sesiones la diputada del grupo popular, Reyes Fernández Hurlé, preguntó a Patrimonio por el estado real del inmueble y los planes del gobierno autonómico para prevenir que la degradación continúe.

«Por el momento no hemos obtenido respuesta, pero nuestro objetivo es que ese edificio se proteja y se mantenga. Uno de los proyectos que en su día estuvieron encima de la mesa fue hacer un centro de día y en todo caso sería interesante que se tuviese en cuenta de cara a los presupuestos del próximo año. No queremos adelantar acontecimientos, pero sabemos que los vecinos están preocupados y queremos darles voz», defiende ene este sentido la parlamentaria avilesina.

El edificio, que lleva cerrado y sin uso más de una década, perteneció a una de las familias más importantes de San Román, fue utilizado como escuela durante un tiempo. Tras emigrar a Cuba para hacer fortuna, la familia propietaria decidió donarlo a mediados de los años treinta del siglo pasado para la construcción de un hospitalillo que contó, además, con residencia para dos médicos y auxiliares.

Cuando dejó de utilizarse en el año 2007 por la construcción del actual centro de salud de San Román, el edificio quedó en un limbo y su propiedad no ha estado clara desde entonces. Al menos los vecinos la desconocen y tampoco han sido capaces de resolver sus dudas a través del Ayuntamiento de Candamo, que no obstante se implicó en su momento con varios proyectos que finalmente no llegaron a término.

En estos últimos años ha sido utilizado en algunas ocasiones para alojar pequeños proyectos culturales, como exposiciones del grupo Néxodos, que lo han tratado de revitalizar con acciones e intervenciones puntuales.

No está claro el estado de degradación de las estancias interiores, pero en la actualidad las fachadas están llenas de humedades y desconchones y varias cornisas se han desprendido con el paso del tiempo. La asociación de vecinos del pueblo manifiesta su preocupación y pide la intervención «urgente» de Patrimonio para darle una nueva vida a su antiguo hospitalillo.

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