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Francisco Vázquez, pregonero de la Semana Santa de Candás. PEPE G.-PUMARINO
«Accedí a la política cuando no te abría ninguna puerta salvo la de la Comisaría»

«Accedí a la política cuando no te abría ninguna puerta salvo la de la Comisaría»

Francisco Vázquez, pregonero de la Semana Santa de Candás y exalcalde de La Coruña ·

«En Candás, la Virgen del Rosario se encuentra con su hijo ya resucitado, lo cual da una idea más optimista de lo que es la religión»

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Jueves, 22 de marzo 2018, 00:17

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Francisco Vázquez (La Coruña, 1946) asume «encantado» la tarea de dar el pregón de la Semana Santa de Candás hoy, en la iglesia de San Félix, tras la misa programada a las 19.30 horas. Cuenta que su vinculación a Asturias le viene por parte de padre, natural de Castropol, y por el contacto habitual que mantuvo con los alcaldes de Gijón durante sus 24 años como primer edil de su ciudad natal. Vázquez responde así a la invitación de la periodista María Teresa Álvarez, «una buena amiga y una candasina importante».

-¿Qué conoce de la Semana Santa candasina?

-La Semana Santa de Candás tiene un pasaje muy original que es el culto que se le hace a la Virgen del Rosario como patrona de los marineros. Sabía que se le ponía un velo negro, de alguna manera se la vestía de luto por la muerte de Cristo. Algo que es muy propio de Candás es que la Virgen del Rosario permanece en la cofradía de pescadores. El encuentro se da, en otras ciudades, en la noche del Viernes Santo, cuando la virgen ve a su hijo muerto. Aquí lo ve resucitado, lo cual da una idea más optimista de lo que es la religión.

-¿En qué se centrará su pregón?

-Primero voy a hacer un paseo histórico sobre cuál es el origen de la Semana Santa, de lo que conocí en la etapa que viví en Roma. De cómo surgió el culto en España a través de una monja que visitó muy pronto Tierra Santa y vio lo que había allí. También voy a explicar la devoción popular: cómo el propio pueblo buscó, a través de las procesiones y las hermandades, hacer una manifestación pública de su fe fuera de las iglesias, de las catedrales y del rezo en latín. Algo que es muy hermoso y muy propio de la Semana Santa española. Aquí en Candás son un fiel reflejo de ello las cofradías de Nuestra Señora de los Dolores y la Virgen del Rosario. Y después voy a explicar la importancia que ha tenido siempre la Semana Santa en nuestra cultura a través de los grandes escritores y poetas del Siglo de Oro. Todo esto unido a una serie de recursos personales de cuando era niño. Fui monaguillo y recuerdo una Semana Santa un poco distinta a la de ahora, pero también muy bonita. Curiosamente, las dos vírgenes que procesionan en Candás son también las dos más importantes que hay en La Coruña.

-¿Cómo vive ahora la Semana Santa?

-La vivo igual que antes. Soy católico practicante y procuro cumplir los preceptos. Asisto a las procesiones que puedo, estoy vinculado a la Orden Tercera de La Coruña. Y después a los cultos. Alguna vez llevo a mis nietos a las Misas del Gallo. Tuve la fortuna de vivir cinco años en Roma y créame que estar en la basílica de San Pedro a oscuras y ver cómo se encienden las velas y oír los cantos con la presencia del Papa es algo que uno nunca puede olvidar.

-¿Cómo recuerda esa experiencia como embajador de España ante la Santa Sede?

-Tuve el privilegio de estar cinco años como embajador en un momento difícil de las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Pero tuve el privilegio de hacerlo durante el papado de Benedicto XVI, quizá una de las grandes figuras de la intelectualidad y pensamiento europeo del siglo XX. Es un personaje irrepetible que llevó hasta el último extremo la conciliación entre dos conceptos tan antagónicos como la religión y la ciencia y, sobre todo, dio respuesta a grandes problemas que tiene hoy la humanidad.

-Ha sido alcalde, diputado regional y nacional y senador, entre otras cosas. ¿En qué cargo se sintió más cómodo?

-He sido muchas cosas. Pertenezco a una generación que tenía vocación de servicio público. Accedí a la política, como muchos de mis coetáneos, cuando no te abría ninguna puerta salvo la de la Comisaría. Teníamos la idea de construir entre todos la democracia en España. En ese sentido, me siento muy orgulloso porque la gran aportación que hizo mi generación fue la reconciliación nacional. Algo que hoy esta en riesgo y peligro de una manera incomprensible. Estamos retrocediendo en los grandes avances que se lograron en democracia, los mejores en más de doscientos años. Retrocediendo porque surge otra vez el problema territorial, el revanchismo y un tufo de anticlericalismo que atenta contra la libertad religiosa. Estoy preocupado, sobre todo, por el tema territorial. No entiendo la falta de soluciones que hay porque es algo tan fundamental como aplicar la ley sin ningún complejo.

-¿Se solucionará el conflicto de Cataluña?

-Sí, claro porque han sido tantos los excesos que han cometido los separatistas que han despertado a la mayoría de los catalanes que lo único que quieren es vivir en paz y seguir siendo españoles como lo han sido históricamente desde hace más de dos mil años.

-¿Echa de menos la política activa?

- No. Me retiré invicto, jamás fue retirado en las elecciones municipales. Sigo teniendo el récord de victorias por mayoría absoluta y de años como alcalde (seis consecutivas y 24 años). He sido diputado, miembro de la ejecutiva del PSOE, embajador para una misión muy complicada en un momento en que había grandes tensiones entre el Gobierno de Zapatero y la Iglesia. Creo que, en ese sentido, he cumplido. Y sigo siendo un español inquieto y preocupado. No rehuyo nunca el dar mi opinión y a lo que aspiro precisamente es que lo que pienso ayude a buscar caminos de diálogo como hubo hace cuarenta años. La democracia sobrevino porque todos dialogamos y fuimos generosos. Todos renunciamos a algo para encontrar ese punto común que permitió construir la Constitución. No hubo ni vencedores ni vencidos.

-¿Cómo ve al PSOE?

-No me identifico con quienes, en estos momentos, ocupan el PSOE y le han hecho perder sus señas de identidad histórica. No lo llamaría PSOE porque el auténtico era el anterior, el que ganaba las elecciones. Las propuestas que hacen ahora van contra decisiones que tomó el PSOE cuando gobernaba Felipe González. Son unos vulgares okupas que están más preocupados en entrar en polémicas con Podemos y olvidan que su principal rival es el PP, que es a quien hay que ganar.

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