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P. G.-P.
Viernes, 8 de febrero 2019, 00:17
«Los vecinos de la parroquia de Tamón, como los del resto del concejo, pueden participar en los talleres destinados al aprendizaje del uso de los desfibriladores». Así lo explicó ayer la alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández, tras conocerse las críticas de la asociación vecinal de esta pedanía, que la acusó de emplear un trato discriminatorio. El motivo de esta queja fue que no se habían planificado talleres ni se destinaban estos aparatos médicos a sus instalaciones. En palabras de la regidora carreñense, «la elección de los puntos donde poner los desfibriladores fue en base a los equipamientos sociales y deportivos con más actividad». Y añadió que, el plan diseñado por el Ayuntamiento «esta abierto a toda la ciudadanía», sin exigir certificado de empadronamiento.
En este sentido, Fernández indicó que la primera noticia del interés de la entidad de San Juan de Tamón en dicho curso «pudimos conocerla» en las citadas quejas. «Hasta ahora cuando han pedido acciones formativas al Ayuntamiento sus peticiones fueron otras: inglés, yoga, repostería y excursiones varias. Sí ahora han cambiando sus prioridades formativas están a tiempo de apuntarse a la convocatoria de cardio protección. Quedan plazas disponibles», apostilló.
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