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Brayan Tuero, cabizbajo, sentado en el banquillo de los acusados. CAROLINA SANTOS
Brayan Tuero: «Soy consciente de que yo en su lugar no me perdonaría»

Brayan Tuero: «Soy consciente de que yo en su lugar no me perdonaría»

El acusado de matar a un hombre en Villaviciosa pide perdón, pero niega haberle apuñalado seis veces

GUILLERMO MAESE

GIJÓN.

Martes, 7 de julio 2020, 00:07

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La Sección Octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón, acogió ayer la primera de las cuatro sesiones previstas del juicio contra Brayan Tuero, como presunto asesino de Adrián Gancedo en noviembre de 2017 frente a un bar de copas en Villaviciosa. Al acusado, que en su declaración pidió perdón a la familia, lo juzgará un jurado popular que tardó en componerse más de tres horas. A la vista del alegato de la defensa, que reconoce que «Brayan Tuero ha matado a Adrián Gancedo», queda por dirimir si se trata de un delito de homicidio o asesinato.

Según el relato de la Fiscalía, el 26 de noviembre de 2017 Brayan Tuero asestó seis puñaladas a su víctima tras una pelea, iniciada supuestamente en disputa por un cigarrillo. El relato, al que se sumaron las acusaciones particulares, señala que el detenido lesionó primeramente por la espalda y minutos después de manera frontal a Adrián Gancedo, causándole heridas muy graves que le llevaron a la muerte en la misma calle donde se produjo la pelea. Las realizadas de manera frontal afectaron directamente al corazón y el hígado. Por estos hechos «conscientes y deliberados», la Fiscalía de Área de Gijón solicita para el acusado 17 años de prisión y 10 de libertad vigilada. Y en concepto de responsabilidad civil pide que indemnice a la hija de la víctima con 150.000 euros y a cada uno de los padres con 120.000 euros, todo ello más los intereses legales correspondientes.

Para el abogado de los padres de la víctima, debe tenerse en cuenta como agravante que Adrián Gancedo, además de convivir con su abuela, cuidaba de su hermano, que tiene un 95% de discapacidad debido a un accidente de tráfico. La otra acusación particular la ejerce la expareja del fallecido, que representa a la hija menor de edad de ambos. Ambas partes reiteraron que la agresión se realizó de manera «consciente y clara».

Tuero: «Soy consciente de que yo en su lugar no me perdonaría. El daño ya está hecho y no se puede reparar» Hoy se reanuda el juicio, previsto hasta el jueves, con las declaraciones de los forenses y de los agentes de la Guardia Civil

«No hay excusas»

La de ayer fue la primera declaración en sede judicial de Brayan Tuero, quien durante la vista rompió a llorar en varias ocasiones. Su defensa, que fue muy clara en su alegato al asegurar que «no ha excusas» para el homicidio de Adrián Gancedo, argumenta como atenuantes los problemas con las drogas y el alcohol del acusado desde los trece años. A ello le suma serios problemas de conducta y sociabilización derivados de «graves conflictos familiares». Durante su declaración, Brayan Tuero reconoció que asestó tres puñaladas al fallecido -el cadáver presentaba seis heridas por arma blanca- en «defensa propia» con una navaja que no era suya y que hasta entonces no había tenido consigo: «Me vi con una navaja en la mano», declaró.

Su confesión no resuelve el caso porque que el Ministerio Fiscal sostiene que, previamente a las tres últimas puñaladas, el acusado aprovechó que Gancedo cayó al suelo para darle las tres primeras. Sobre este episodio, Tuero aseguró que en ese momento alguien les separó y que él no le apuñaló. «No hubo ni ensañamiento ni alevosía sino un acto sin conocimiento ni voluntad», subrayó el abogado de la defensa, Luis Tuero.

Durante su relato, el presunto asesino aseguró que no recordaba el motivo de la pelea, ni los nombres de la mayoría de sus acompañantes, ni buena parte de los hechos ocurridos. Para la defensa, su cliente vivía bajo el patrón de un joven con problemas de consumo de drogas: desprecio por sí mismo y una personalidad asocial que relacionaba el ocio con el consumo. «Intentaba hacer las cosas bien, pero siempre terminaba juntándome con malas compañías para drogarme y beber», declaró el joven. Un hábito que siguió el día de autos porque, según su declaración, estuvo bebiendo desde las dos de la tarde y consumió «mucha cantidad» de cocaína. El consumo de alcohol lo inició con su padre, al mediodía, con sidra y coñac. El presunto asesino también reconoció consumir de forma habitual marihuana y cannabis.

Daño irreparable

La defensa incidió asimismo en que durante su estancia en el Centro Penitenciario de Asturias, en Villabona, el acusado ha mostrado su arrepentimiento y su intención de «contribuir a paliar el dolor». Contra ello la Fiscalía recordó que desde su encierro no ha habido ni escritos de perdón, ni actos de reparación. «Pido perdón, pero soy consciente que yo en su lugar no podría perdonarme. El daño ya está hecho y por mucho que haga no se podrá reparar», declaró Brayan.

En prisión desde el 27 de noviembre de 2017, Tuero es usuario de la Unidad Terapéutica y Educativa del centro penitenciario, donde ha sido tratado por su adicción a las drogas y sus problemas de conducta y socialización. Además, desde su ingreso ha terminado sus estudios de Educación Secundaria Obligatoria y completado un grado medio de albañilería. Por no considerarlo un asesinato, al no haber alevosía ni intencionalidad, y por lo atenuantes de alcoholismo, drogadicción y problemas de conducta, su defensa solicita que la pena se reduzca de 17 a 5 años prisión.

La siguiente sesión del juicio, que está previsto que se alargue hasta este jueves, se celebrará hoy en el mismo lugar con la declaración de los forenses, testigos y agentes de seguridad que intervinieron en el caso.

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