Un operario municipal, durante los trabajos de estabilización. E.C.

Comienza la restauración del Monte Areo

Todos los trabajos de estabilización del suelo y conservación en las áreas dolménicas corren a cargo del personal municipal de Obras

PEPE G.-PUMARINO

CANDÁS.

Domingo, 8 de diciembre 2019, 01:22

Bajo la supervisión de la Dirección General de Patrimonio, dieron comienzo las obras de mejora y acondicionamiento del dolmen de Les Huelgues de San Pablo, en la necrópolis tumular del Monte Areo. Los trabajos destinados a la estabilización del suelo del entorno de estos elementos, para garantizar su seguridad y su conservación, corren a cargo del personal municipal del Servicio de Obras. Este dolmen fue víctima de actos vandálicos que le causaron importantes daños.

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Para poder abordar la mejora en el entorno de la necrópolis, debe contar con la autorización y supervisión de la Consejería de Cultura. «Una vez vista la necesidad de acometer una serie de mejoras, elaboramos una memoria descriptiva de las mismas desde la Oficina Técnica Municipal. La propuesta enviada a la Dirección de Patrimonio se trató en la Comisión Permanente del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias. Tras la autorización por el órgano competente y la visita 'in situ' del arqueólogo José Antonio Fernández-Córdoba Pérez, se concretaron los trabajos y ha dado comienzo bajo su supervisión», explicó la alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández.

El acceso al dolmen está compuesto por una empalizada de madera que hace de sujeción de los taludes laterales de la trinchera. Con el paso de los años y las inclemencias del tiempo, se hace necesaria su reparación para evitar el desprendimiento de los taludes y así evitar posibles daños en el área arqueológica o a las personas.

Los trabajos que se llevan a cabo se realizarán en varias fases: la primera consiste en un desmontaje manual de la estructura de madera, mediante pequeños bataches para evitar la caída de la tierra del talud y la rotura de la lámina geotextil protectora. Además, se hará un cribado de la tierra desprendida del talud, la limpieza de la zona, reposición de lámina geotextil protectora y la apertura de una pequeña zanja para el empotrado de estructura metálica y de madera. Por último, se procederá con el hormigonado de la zanja, la instalación de sistemas de drenaje y la impermeabilización de los elementos de madera.

Amelia Fernández aseguró que «vemos buena disposición regional implicándose desde Cultura con la puesta en valor de la necrópolis». El equipo de gobierno se trasladó al director general de Planificación, Infraestructuras Agrarias y Montes, Fernando Prendes, una valoración económica de los trabajos necesarios para hacer un cortafuegos. Incluye la limpieza de los 38.280 metros cuadrados de cunetas y el extendido de grava-cemento.

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