Corredores contra los elementos

Veintiún kilómetros de obstáculos, una carrera contra los elementos, nunca mejor dicho, y para poner a prueba la propia resistencia. Eso es la Bear Challenge, una prueba heredera de la Storm Race que crece en longitud y, por tanto, en dificultad, y que llega con la intención de quedarse. Ayer la disputaron 1.300 corredores, una cifra de récord que la convierte en la mayor prueba deportiva del concejo, y en una de las más grandes de este tipo en Asturias, superada solo por la Farinato de Gijón.

Los participantes tuvieron que superar andamios, paredes verticales y vallas, saltar sobre hogueras, correr sobre barro, disparar flechas, colgarse de vigas o portar barriles de cerveza. Los obstáculos y pruebas fueron de lo más imaginativo y bastante duros, sobre todo por la acumulación. «La zona más complicada eran las trincheras de barro, una zona sucia con fosos de agua fría donde se sufre mucho por los cambios de temperatura, aunque el 95% de la gente fue capaz de completar el recorrido», aseguraba Damián Benigno, organizador de la prueba.

No era lo único difícil. Una veintena del medio centenar de obstáculos eran de suspensión, es decir, los participantes dependían casi exclusivamente de sus brazos para avanzar. Tuvieron además que saltar balas de paja o lanzar balones de lastre de hasta setenta kilogramos, toda una exhibición tanto de destreza como de fuerza, trepar por mangueras de bombero o arrastrarse bajo redes. En total, tres carreras de distintos niveles de dificultad, distancias y obstáculos y una cuarta para participantes de entre cinco y ocho años de edad.

Y, al final, una vez superados todos los obstáculos que les puso la organización para superarse a sí mismos, fiesta, mucha fiesta. La Bear Challenge no solo fue esfuerzo, sudor y cansancio, calambres y golpes, sino también una comida compartida y una fiesta alrededor de la música.

El evento crece cada año y en esta ocasión se sumaron un mercadillo, atracciones infantiles, food- trucks y un festival de música en directo que contó con las actuaciones de Arek, Manitou, Zero Isk, Soultans y 90's Forever Music. «La gente lo ha pasado genial», aseguraba Benigno. La previsión era continuar la fiesta hasta más allá de las tres de la madrugada.

La Bear Challenge contó además con una vertiente solidaria, y se aprovechó para entregar un cheque de 3.652 euros a dos colectivos: la asociación Deporte vs. Cáncer infantil, y la Legión 501 Spanish Garrison, unos médicos que se visten de los personajes de Star Wars en distintos eventos. El objetivo es comprar carcasas para cubrir las quimioterapias de los niños y facilitar de esta forma que ese duro trance se les haga un poco menos difícil.

La prueba partió de plaza Corvera y se desarrolló íntegramente en el concejo, abarcando desde el área del pantano de Trasona hasta Las Vegas y Los Campos. Más de un centenar de voluntarios colaboraron en la organización de esta prueba multitudinaria que aspira a volver a celebrarse cada año y consolidarse como una de las citas ineludibles para los amantes del deporte extremo en Asturias.