Los dueños de la nave calcinada en Albandi estudian su reconstrucción

«Habrá que hacer valoraciones con el seguro, por lo que es pronto para decirlo, pero de ninguna manera descartamos seguir en las instalaciones de Albandi». Con estas palabras, Francisco Javier Noval, de la firma Noval e Hijos -propietaria de la nave de productos de chacinería y que resultó calcinada anteayer por un incendio-, expresó la voluntad de la empresa de recuperar la actividad en la parroquia carreñense. No obstante, el proceso no será corto debido a los importantes daños causados por las llamas.

Mientras tanto, continúan las pesquisas para averiguar la causa del siniestro, por lo que todas las instalaciones se encuentran precintadas por los bomberos. Ayer, los agentes de la Guardia Civil interrogó a ocho trabajadores de la empresa para tratar de obtener algún dato que pueda revelar el origen del incendio. Hasta el momento se sabe que el foco se produjo en el almacén de secado del embutido, pero la causa que lo motivó todavía no.

«Hasta que la Guardia Civil no nos permita acceder al interior de la nave no podemos hacer una valoración de los daños», precisó Noval. En cuanto a la situación de los empleados, señaló: «Nuestra empresa tiene una fábrica más grande en Noreña y el personal de la de Albandi se recolocará en esta planta y estableceremos una serie de turnos para ampliar la producción y seguir la actividad con normalidad», explicó el empresario.

Pero, por encima de todo, manifestó su tranquilidad «por no tener que lamentar que los trabajadores se vieran afectados. Eso está por encima de los daños, que son materiales, debido a que en el momento del incendio se encontraban todos fuera de la planta», dijo. Pese al temor inicial, el fuego no alcanzó a las viviendas colindantes.