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Esther Amaya Jiménez, frente a la furgoneta donde duermen. A. G.-O.

La familia de Candás que vive en una furgoneta nunca pidió ayudas al alquiler

Carreño ·

Servicios Sociales de Carreño dice que actuó «con total diligencia» y que los afectados están en el registro del Principado a la espera de un piso

ALICIA G.-OVIES

CANDÁS.

Jueves, 27 de septiembre 2018, 00:13

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La familia que desde hace cinco meses duerme en una furgoneta junto al cementerio de Candás tras haber tenido que abandonar el piso en el que residían no solicitaron nunca a los Servicios Sociales de Carreño ayudas al alquiler, a pesar de estar informados sobre las mismas. Según explica la edil del área, Cecilia Tascón, desde el 2006 habrían sido varias las ocasiones en que esta pareja habría pedido diferentes prestaciones municipales, resultando beneficiarias de ellas. Ninguna, dijo, para poder disponer de un contrato de alquiler.

Tascón asegura que desde Servicios Sociales se actuó en todo momento, y al igual que en el resto de casos que atienden, «con total diligencia ante esta situación». Según manifiesta, la familia habría solicitó una vivienda de emergencia social en el mes de julio, la cual le fue denegada «por no darse las condiciones necesarias para acceder a este tipo de ayuda». Es entonces, cuando a propuesta del Centro de Servicios, pidieron, un mes más tarde, inscribirse en el registro de demandantes de vivienda protegida del Principado de Asturias (Redviva).

En este punto, apunta Tascón, «será la Consejería de Servicios y Derechos Sociales la encargada de resolver dicha solicitud». Aclara, además, que «son varias las unidades familiares perceptoras del salario social que han accedido con normalidad a una vivienda de alquiler y que, por lo tanto, no es ésta una condición excluyente».

Hasta que esta situación se resuelva, un vecino de Gijón se ha ofrecido a regalarle al matrimonio una caravana que actualmente tiene guardada en una finca en La Magdalena, en León. «Por dentro está bastante curiosa. Tiene una cama de 1,20 metros, dos literas y un sofá que puede abrirse. Puede que tenga alguna filtración de agua, pero eso se puede arreglar», indica Alberto Peón, quien se pone a disposición de la familia.

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