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ALICIA GARCÍA-OVIES
VILLAVICIOSA.
Sábado, 12 de octubre 2019, 01:09
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Mónica Cordera es una mujer, como ella misma se define, «rápida, nerviosa e impaciente por natura». Pero también orgullosa de su tierra, Villaviciosa, y concretamente de Niévares, pueblo donde nació. Es precisamente su experiencia en la localidad maliaya la que ayer, con motivo del pregón del Festival de la Manzana, animó a la joven diseñadora de moda a recordar a las mujeres, «cualquiera que sea vuestra condición, que nunca es tarde para lograr nuestros objetivos. El poder femenino es imparable y no tendrá barreras».
Un espíritu que en Villaviciosa transmite, para ella, 'La Manzanera', escultura de Mariano Banlliure ubicada frente al teatro Riera, donde tuvo lugar el acto, y que «representa como pocas obras la figura de la mujer campesina y el papel fundamental que ha jugado en la mujer en la sociedad rural asturiana».
Lanzó también Cordera un mensaje de emprendimiento y de vivir la vida desde la sostenibilidad. «Apuesto por un modelo de vida lo más sostenible y orgánico posible. Le doy vital importancia al contacto con la madre tierra, honrándola, cuidándola y respetándola. Como hicieron nuestros antepasados con esta querida tierra asturiana y de Villaviciosa».
Pero ayer era el día de las manzanas. Y si ella tiene que elegir, apuntó, se queda con las asturianas, especialmente con las coloradas. La diseñadora recordó como hace unos años un vecino se abrumaba por verla pañando manzana. «No comprendía como 'una diseñadora como yo', decía, podía estar allí en la pomarada pañando. Y es que muchas veces tendemos a idealizar personas y situaciones. Yo nunca he renegado de mis raíces», aseguró.
Cordera tomó el relevo en el escenario del alcalde, Alejandro Vega, quien destacó la importancia de dotar al festival de un carácter internacional. Por ello, propuso que la Princesa Leonor pueda tomar el testigo de su padre, Felipe VI, como presidenta de honor del evento. «Sería un día memorable aquel en el que la Princesa pudiera ver la danza del Portal con la que recibimos la primera cosecha», afirmó.
El festival había arrancado ya por la mañana con las jornadas técnicas sobre el sector de la manzana organizadas por el Serida. Luis Benito, profesor de la Universidad de Oviedo, fue el encargado de dar la primera charla en la que repasó la historia y la cultura de la sidra. Así, explicó cómo hubo grandes culturas sidreras fuera de la región que se fueron perdiendo al no inculcarle un espíritu de identidad. «No fue hasta el siglo XIX cuando, con la llegada de la industralización y la emigración a América, toma verdadera dimensión».
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