«Mucha gente viene a recordar el primer Brillante y a ver en qué se ha convertido»
Fernando Artime, dueño del histórico hotel de San Esteban, hace balance de un primer año que, pese a la covid, ha superado todas sus expectativas
BORJA PINO
SAN ESTEBAN.
Martes, 12 de julio 2022, 01:52
Según se mire, trece meses pueden constituir un periodo demasiado corto, o demasiado largo para hacer un balance preciso del resultado de una determinada aventura empresarial. Sin embargo, para Fernando Artime, dueño del hotel Brillante de San Esteban, semejante margen es perfecto. Porque es el mismo que ha transcurrido desde la reapertura del histórico negocio, y ha bastado para constatar que la apuesta hecha hace ahora seis años ha resultado ser ganadora. Al menos, por ahora.
Con el pasado 30 de mayo marcado en su calendario como la fecha oficial del primer aniversario del reformado negocio, Artime, aunque prudente y mesurado, no oculta su satisfacción. «Por ahora, nos está yendo bien, bastante bien; de hecho, estamos funcionando mejor de lo esperado», reconoce. Su declaración cobra valor a tenor de la dura situación vivida por el sector hotelero durante buena parte del año pasado, pero que el Brillante logró capear con razonable éxito.
«En general, no hay queja; vivimos un muy buen verano en 2021, aunque noviembre resultó ser un mes muy bajo», concreta. La causa tiene nombre propio: ómicron. La variante de la covid que revivió los temores colectivos de los primeros días de la pandemia «nos dio nuestro peor mes desde la inauguración; tuvimos muchísimas cancelaciones, pero la situación se ha recuperado. Y, a día de hoy, la afluencia sigue siendo alta».
Las razones para escoger este equipamiento son variadas. Muchos clientes lo hacen para descubrir San Esteban en particular, y Muros del Nalón y Asturias en general. «Tenemos la suerte de estar en un pueblo precioso; muchas gente viene para ir a la playa del Aguilar, a Somao, a la senda costera...», afirma. En ese sentido, la próxima apertura del palacio de los Selgas promete ser todo un potencial, y «ya tenemos reservas solo para eso».
Sin embargo, es el propio Brillante, su dilatada y fascinante historia, la que motiva el grueso de las visitas. «Calculo que alrededor del 80% de la gente viene por la antigua pensión, para conocer cómo era, y en qué se ha convertido», señala Artime. Por ello, en estos meses no han escaseado huéspedes que se alojaron en el negocio original, en busca de un reencuentro con su pasado. Incluso familiares de Edmundo Díaz del Riego, fundador de la pensión en 1903, han hecho noche en sus nuevas dependencias.
Las comparaciones entre el ayer y el hoy son inevitables, pero el nuevo hotel en absoluto sale mal parado de ellas. Hasta septiembre, raro es el fin de semana en que sus catorce habitaciones y ocho 'suites' no están totalmente ocupadas. De esa oferta, el mascarón de proa es la Gran Suite 'Rubén Darío', la estancia más demandada desde que, tras una ardua investigación, se descubrió que alojó al célebre poeta.
Con todo, Artime se muestra mesurado en cuanto a expectativas para este estío. Aunque no duda de que los resultados serán buenos, tampoco niega que «en 2021 hubo mucho turismo interior, pero ahora, acabada la pandemia, las salidas al extranjero son más fáciles. Lógicamente, no vamos a tener tanta afluencia como en nuestro primer verano». Aun así, queda por ver lo que supondrán las reservas de última hora, «toda una tendencia desde el inicio de la covid».
Así resume este primer año de actividad de un proyecto que hunde sus raíces en 2016, cuando, trece años después del cierre de la pensión, adquirió su edificio y el del cercano Marino. Aunque la idea era abrir en 2017, la fusión de ambos y su posterior rehabilitación se demoró, y la pandemia no contribuyó a acortar plazos.