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Jorge Cabal y Fernando Llenín, frente al sepulcro.

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Jorge Cabal y Fernando Llenín, frente al sepulcro.

«Jesús rechazó convertir la religión en política»

El Sermón del Desenclavo, a cargo del religioso Fernando Llenín, congrega a cientos de personas en Villaviciosa

ALICIA GARCÍA-OVIES

VILLAVICIOSA.

Domingo, 21 de abril 2019, 01:18

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La historia del desenclavo de Jesús no es una historia antigua. Es, en palabras de Fernando Llenin, director del Instituto Superior de Estudios Teológicos de Oviedo, «historia del mundo actual. Del pueblo del que formamos parte». Él fue el encargado de narrársela el viernes a las decenas de personas que se congregaron frente a la iglesia de Villaviciosa para escuchar el sermón del Desenclavo y acompañar la posterior procesión del Entierro. La lluvia había obligado a suspender la celebración de El Calvario, pero el sol, como lo habían predicho los propios cofrades, volvió a lucir anteayer para permitir a los asistentes disfrutar de uno de los actos más populares y multitudinarios de la Semana Santa maliayesa.

«Jesús no fue un líder político. Rechazó convertir la religión en política y la política en religión», aseguró Llenín en un discurso en el que también recordó cómo se negó a convertir la casa de Dios en un comercio, pues «no podéis servir a Dios y al dinero». A pesar de eso fue condenado a morir en la Cruz, elegido antes que un ladrón, de donde el viernes descendió para ser introducido en el sepulcro que posteriormente recorrió las calles del casco urbano.

En primer lugar, los cofrades retiraron el cartel de INRI, al que siguió la corona de espinas. Fue en este punto cuando Llenín quiso tener un recuerdo para el reciente incendio de Notre Dame, en el que a pesar de las numerosas llamas «la corona de espinas quedó intacta». «La corona es reflejo de la brutalidad humana, que sigue siendo igual en la actualidad», lamentó. El sacerdote explicó que el tocado fue colocado a Jesús como una burla, refiriéndose a él como el rey de los locos. «¡Bendita locura!», afirmó. Las mismas mofas que a día de hoy soporta la Iglesia, que es «humillada y expuesta a las burlas del público».

Posteriormente los cofrades retiraron los clavos. Primero el derecho, luego el izquierdo y finalmente el de los pies. Todo ante el silencio y el respeto del numeroso público que escuchaba atento las palabras de Llenín. Una vez retirado de la Cruz, el cuerpo de Jesús fue postrado ante la imagen de la Dolorosa. Una madre que demostró que «la muerte no quiebra el amor. El amor puro es perdurable». «Dios salva a los hombres del mal en su mismo mal. Su cruz es nuestra cruz. Todos tenemos una o varias con las que cargamos diariamente», afirmó el sacerdote.

Llegó entonces la hora de introducir el cuerpo en el sepulcro. Porque Jesús, apuntó Llenín, «no fue enterrado en una fosa común. Fue sepultado. El sepulcro es el fin del hombre viejo».

Gran participación juvenil

Tras el Sermón del Desenclavo, la procesión del Santo Entierro recorrió las principales calles de Villaviciosa acompañada por la Banda de Música de Villaviciosa y la Banda de cornetas del Regimiento Príncipe Número 3. Los pasos fueron saliendo poco a poco de la iglesia acompañados y arropados por decenas de personas. «Es sorprendente la cantidad de niños y jóvenes que forman parte de la cofradía. En ninguna Semana Santa había visto tanta implicación», señaló sorprendida una turista.

La Semana Santa de Villaviciosa, una de las más antiguas del Norte con más de 350 años de historia, llegará hoy a su fin con la procesión del Resucitado con María. La comitiva, que estará acompañada por la Banda de Gaitas El Gaitero-Villaviciosa, saldrá de la iglesia a las 12 horas. Previamente, a las 10 horas, tendrá lugar la solemne eucaristía de Pascua en el templo de Las Clarisas.

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