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Lunes, 4 de junio 2018, 00:25
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La lluvia y el frío restaron afluencia pero no amedrentaron a un buen número de romeros que, con paraguas o chubasquero, disfrutaron ayer un año más de la tradicional Jira a Pulide. Tres carrozas acompañadas de un buen número de jinetes recorrieron el camino que separa El Cuadro (Pillarno) del techo de Castrillón y una vez en la cumbre se ofició una misa de campaña que dio paso a la comida campestre, pasada por agua. Por la tarde se celebraron juegos tradicionales y en torno a las siete el Grupo Tekila tenía previsto iniciar su actuación. Eso sí, con la mirada puesta en el cielo.
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