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José Miguel Karrera-Génoba.

«Hasta que no vea las máquinas no me lo creeré»

El presidente de la Banda de Música de Candás se muestra escéptico ante el anuncio de que las obras del Centro de Música arrancarán a final de año

A. G.-OVIES

CANDÁS.

Sábado, 8 de febrero 2020, 00:19

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Una década llevan esperando en la Banda de Música de Candás por un local de ensayos que no acaba de llegar. El Ayuntamiento de Carreño firmó en 2010 un convenio con el Principado por el que el Gobierno regional se comprometía a construir una sede para la agrupación musical y para la coral Aires de Candás, pero ni siquiera una sentencia del Tribunal Superior de Justicia a su favor consiguió que la actuación se ejecutase. No es de extrañar, por tanto, que ahora José Miguel Karrera-Génoba, presidente de la entidad, se muestre escéptico ante el anuncio del director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, de que las obras comenzarán en el último trimestre del año. «Hasta que no vea las máquinas trabajando no me lo creeré», afirma.

La banda ha acogido con optimismo este anuncio que, dicen, supone un paso más en este largo proceso, pero no pueden evitar «estar con la mosca detrás de la oreja». «Nos han dicho muchas veces que las obras iban a empezar y todavía estamos esperando. Aún así confiamos en la palabra del director general. Nosotros mantuvimos una reunión con el antes de que lo hiciese con la alcaldesa, Amelia Fernández, y los plazos que nos dio fue los mismos», recuerda.

La intención del Principado es licitar las obras en cuanto se disponga de la partida recogida en los presupuestos regionales para este año. La consejería tiene ultimada la propuesta, que remitirá en un plazo de dos semanas y en la que se contempla una actuación plurianual. La cuantía destinada para este año asciende a 100.000 euros, mientras que el resto, algo más de 600.000 euros, se afrontará en 2021. Una vez publicada en el Boletín Oficial del Principad (Bopa), el plazo de contratación es de seis meses, por lo que las ejecución de los trabajos podrían arrancar en septiembre.

Futuro incierto

La construcción de este centro musical es fundamental para la banda, que ve su futuro en peligro. Tras el derrumbe hace más de un año de los barracones en los que ensayaban, la agrupación se ha trasladado a la sede de la CNT. Una medida provisional que no sabrán cuántos meses más podrán mantener. «Ya no es solo la necesidad de tener un sitio para meter la banda, es el día a día, el trabajo que hay detrás: guardar los instrumentos, la escuela...», explica Karrera-Génoba.

Actualmente, la agrupación cuenta con 74 componentes y una escuela con 27 alumnos. La nueva sede les permitiría seguir creciendo.

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