El Nalón, zona hostil para la angula

El negocio de la pesca de angula en el río Nalón vive actualmente una de las peores crisis que se recuerdan. La cantidad de captura que se ruló en San Juan de La Arena a lo largo del año 2021 que acaba de terminar alcanzó el registro mínimo de la última década, la recaudación también cayó a más de la mitad que el ejercicio anterior y estas cifras son una constante que se viene observando temporada tras temporada.

Antaño hubo épocas en las que la cantidad de angula que salía del Nalón incluso sobraba, pero de aquello ya no queda nada y este fenómeno ha llevado a los investigadores a estudiar cuáles pueden ser las causas que están motivando que la angula desaparezca año tras año de los ríos asturianos como en Nalón.

Uno de esos científicos que ha centrado alguna de sus investigaciones en la merma poblacional de la angula en Asturias es Carlos Nores, biólogo y docente de la Universidad de Oviedo. Según su análisis, podrían existir varias causas que explicarían el descenso de este teleósteo, tan apreciado culinariamente en muchos lugares del mundo.

«Existen varias cuestiones que explican que las capturas de angula vayan cayendo anualmente en rulas como la de La Arena. Para empezar, la a población de anguilas en toda Europa está a la baja y como consecuencia se dan menos permisos que antes. No queda más remedio que limitar el número de embarcaciones y licencias a pie, y eso también explica que se pesque menos», indica Nores, como explicación inicial a este fenómeno.

«En este sentido, habría que hacer lo que se conoce como un índice de abundancia, dividir las capturas por el esfuerzo pesquero. Si tienes en cuenta esa disminución anual de pescadores, quizás la pérdida de captura no sea tan significativa», reflexiona el biólogo asturiano.

Pero claro, aquí surge la duda de si se está pescando menos porque también hay menos pescadores o el orden es el contrario. Por eso Nores expone varias posibles causas que afectan directamente al número de individuos de angula que forman las poblaciones presentes en las aguas fluviales como las del río Nalón.

«La estructura física de los ríos es muy importante para el desarrollo de estas especies y desde los años 50 y 60 del siglo pasado hemos observado como se construían presas y otras estructuras que han modificado el cauce de los ríos, incluido el Nalón», indica el experto.

En este sentido, Nores reconoce que «se van creando cada vez nuevos filtros que dificultan el acceso a las zonas altas de los ríos para las crías, pese a que la calidad de las aguas fluviales haya mejorado notablemente en estos años, que también es una realidad que lógicamente hemos notado de un tiempo a esta parte», reconoce el biólogo y zoólogo de la Universidad de Oviedo.

Otra de las razones a las que los expertos achacan el rápido descenso de la población de anguilas y sus crías en los ríos asturianos como el Nalón tiene nombre y apellidos. «En las últimas décadas ha aparecido un parásito, conocido como 'Anguillicoloides crassus' del que se viene haciendo un seguimiento y muestreos constantes en distintos ríos porque es peligroso y mortal para la especie». Según explica el investigador asturiano, «este parásito se fija a la vejiga natatoria, un regulador de la flotabilidad de las angulas, que entonces pierde flexibilidad, se endurece y deja de funcionar».

Pese a todo, Carlos Nores arroja un poco de luz entre tanta sombra y expone una teoría que podría considerarse como un «beneficio relativo» a raíz de la disminución de la población de anguila en el Nalón.

Tiene que ver con lo que se conoce como el control denso dependiente de la abundancia, es decir, «cuando una población es muy abundante y tiene muchos individuos, el problema que nos encontramos es que el índice de supervivencia individual es mucho menor porque compiten entre ellos e incluso son caníbales como las truchas. Por eso, la disminución del total ha supuesto que sobrevivan más crías hasta una etapa adulta y que la calidad de las mismas también sea considerablemente mejor que hace unos años».