Los niños vuelven a dar vida al Domingo de Ramos de Candás
Cientos de personas se reunieron en la iglesia de San Félix y su párroco, José Manuel García, se mostró «feliz de celebrar este día con vosotros»
VANESA MARTÍN
CANDÁS.
Lunes, 11 de abril 2022, 01:57
«¡Hala! Me ha mojado la palma...», le decía ayer el pequeño Nico a su madre, con los ojos muy abiertos, y el gesto de quien no está muy seguro de si lo que ha sucedido está bien o mal. Con solo cuatro años, y manteniendo su cara de sorpresa, no se quedó tranquilo hasta que su madre le dijo que no pasaba nada, que el agua con el que el párroco de Candás, José Manuel García, estaba «chiscando» los ramos de pequeños y mayores era «bendita», secaría enseguida y además, «no estropea, se la vas a poder dar a madrina igual». La expresión de Nico cambió entonces y, mirando de nuevo su palma, quizá pensó que probablemente su madre tenía razón. Esta es una de las anécdotas que tuvieron lugar ayer en la iglesia parroquial de San Félix, en Candás, a la que a partir de las diez de la mañana empezaron a llegar las familias más madrugadoras, para poder sentarse en los primeros bancos de una iglesia abarrotada para celebrar un Domingo de Ramos que solo se diferenció de los anteriores a la pandemia en que los asistentas llevaban mascarillas.
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Decenas de niños, encantados con sus palmas y su ropa recién estrenada para la ocasión, dejaban atrás a sus padres y se acercaban con alegría a don José Manuel para que bendijera sus ramos, palmas y laureles. El sacerdote, con una gran sonrisa en la cara que le acompañó toda la mañana, esparcía gotas de agua bendita con una rama de romero que llegó a todos los rincones de una iglesia abarrotada, en la que también algunos adultos reclamaban para sí la bendición de sus palmas.
José Manuel García destacó durante su breve discurso inicial que se sentía «feliz» al celebrar este día y ver su iglesia repleta de gente, pero reflexionó también acerca de lo que significa la Semana Santa y el verdadero sentido religioso que esta celebración tiene para los creyentes.
Tras la bendición de los ramos, y antes de comenzar con la eucaristía de un domingo tan especial en el calendario católico, sacerdote, monaguillos, niños y adultos, realizaron el recorrido de la ya tradicional procesión de la Borriquilla bajando por la escalinata Jesús García Prendes, para rodear después el Centro Polivalente La Baragaña y regresar a la iglesia.
Una vez allí, comenzó la eucaristía propiamente dicha y José Manuel García reiteró a todos los feligreses la importancia de unas fechas como estas en el calendario y las distintas formas que puede tener cada uno de vivirlas. Para el párroco candasín, la mejor manera de afrontar estos días no es otra que «acercarse a Dios con el corazón».
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