Perlora, tomada por la maleza

Los chalés en ruinas son cada vez más comunes, la maleza en algunas zonas supera el metro de altura y los desperfectos se repiten de acá para allá. Atrás quedaron hace ya trece años las imágenes de calles y bares repletos, los casi dos mil trabajadores contratados tan solo para el recinto y la animada vida de un espacio que ha quedado reducido casi al abandono. La Ciudad de Vacaciones de Perlora llegó a congregar en su mejor época a más de 50.000 visitantes por temporada. Ahora, tan solo algunos vecinos de Carreño y turistas ocasionales siguen acudiendo los fines de semana a disfrutar del que fuera uno de los motores económicos más importantes del concejo.

La pequeña ciudad de Perlora fue construida en 1954, sobre un terreno de unas veinte hectáreas, por la Organización Sindical Española para que los trabajadores de las principales empresas públicas pudiesen disfrutar en ella de su tiempo de ocio a precios asequibles. Se levantaron entonces más de 300 chalés de treinta tipos diferentes. Algunos seguían las líneas más modernas de la época, mientras otros imitaban arquitecturas más tradicionales como los hórreos. Junto a ellos, restaurantes, instalaciones deportivas, parques, zonas de ocio y playas.

Eran años boyantes para el concejo. La temporada estival llenaba el recinto de trabajadores deseando disfrutar de sus vacaciones y llegó a convertirse en un símbolo del denominado paraíso obrero. Una imagen que dista mucho de la actual. En 1982, la ciudad pasó de manos del Estado a ser gestionada por el Principado de Asturias, que en 2006 acabó cerrándola, según explicaron, por las fuertes pérdidas económicas.

Desde entonces han pasado trece años en los que las propuestas para intentar volver a revitalizar el espacio no han dejado de sucederse. Tanto partidos políticos como entidades vecinales o empresas privadas han puesto sobre la mesa diversos proyectos para Perlora, pero ninguno ha acabado por salir adelante. Desde 2013, la Consejería de Economía y Sector Público ha invertido más de un millón de euros para el mantenimiento de los edificios y las instalaciones, aunque el paso del tiempo ha hecho mella en los chalés, cuyo estado de abandono y deterioro es fácilmente visible.

Aún así, siguen siendo muchas las personas que los fines de semana se acercan a seguir disfrutando de las instalaciones que quedan. Algunos, turistas que en su día fueron propietarios de algún chalé y que a día de hoy acuden a tomar el sol frente a esa vivienda. Otros, trabajadores del recinto o vecinos del concejo, que aprovechan las playas y las zonas verdes.

La Asociación Cultural Los Serondos de Perlora es una de las entidades que en los últimos años ha trabajado por darle a Perlora una nueva vida. Recientemente, su presidente, Ramón Rodríguez, anunció el interés que algunos asociados de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) y del Club Financiero Siglo XXI de Madrid tienen en invertir en la ciudad, «pero necesitan conocer las condiciones de explotación del Principado».

Los grupos políticos también han planteado sus propias propuestas. Alejandra Martínez, cabeza de lista de Foro a la Alcaldía de Carreño, destaca la importancia de dar «prioridad del desarrollo turístico, cultural, educacional y deportivo de la ciudad para reducir de manera sensible la tasa de paro del concejo». Por su parte, desde Izquierda Unida abogan por una planificación que se ejecutaría cuatro fases con un presupuesto total de ejecución de 42 millones de euros. Para ello ya cuentan con un proyecto desarrollado por un estudio de arquitectura.