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Una de las esquinas del inmueble, visiblemente deteriorada.
El proyecto para Conservas Lis, en marcha

El proyecto para Conservas Lis, en marcha

El propietario de la que fuera la discoteca Va Bene, Roberto Graña, confía en que los trámites para su próxima restauración se agilicen

B. M./A. L. J.

SAN JUAN DE LA ARENA.

Sábado, 19 de marzo 2022, 01:13

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Ha sido iglesia, cine, discoteca y conservera. Y, si los planes que Roberto Graña tiene para la antigua fábrica de Conservas Lis siguen adelante, este edificio modernista situado en la avenida de Los Quebrantos de San Juan de la Arena se convertirá en negocio hostelero, eso sí, cuando pase por la tan necesaria restauración.

Y es que este inmueble adquirido por Graña hace exactamente veintiún años presenta un deterioro considerable agravado por el abandono y el paso de los años, con el resultado de humedades y pequeños desprendimientos de la fachada. «Lo más urgente es que no siga deteriorándose el edificio y sobre todo, evitar que entre el agua por la cubierta», indica Alberto Díaz, el arquitecto en quien Roberto Graña ha confiado este proyecto de restauración: «La cubierta y la fachada son las partes que están en peor estado: la fachada porque, como resulta evidente desde la calle, está deteriorada, y la cubierta porque está entrando agua en el edificio y ese es el mayor problema que tienen la mayoría de edificios con esta antigüedad».

Es este un edificio que además está incluido dentro del Inventario de Patrimonio desde el año 2006, con todo lo que ello implica. El teniente de alcalde del ayuntamiento de Soto del Barco, Francisco Javier García, muestra su preocupación «porque se trata de un edificio emblemático que está en medio del pueblo y que además representa la última conservera que hubo en La Arena, un pueblo en el que llegó a haber hasta ocho conserveras a la vez. Arquitectónicamente también tiene mucho interés y por eso el primer interesado en que se restaure es el Ayuntamiento», señala. Así pues, resulta urgente que los trámites se agilicen porque si no fuera así «el deterioro podría avanzar mucho más si se deja el edificio según está y acabaría cayendo la cubierta, por eso nos urge comenzar a restaurarlo cuanto antes», insiste Alberto Díaz.

El plan es presentar antes de final de mes un proyecto para la reparación por tramos que primero debe aprobar el Ayuntamiento y después Patrimonio. «Si fuera un procedimiento normal el plazo habitual suele ser de seis a siete meses, pero cuando se trata de casos urgentes como este los plazos se acortan bastante», explica Díaz.

Por lo tanto y teniendo en cuenta que ambas partes están de acuerdo en lo fundamental, esto es, lograr salvar un edificio que es Bien de Interés Cultural, lo esperable es que este futuro negocio de hostelería salga para adelante. «Les asesoraremos en la búsqueda de ayudas. El programa Leader, por ejemplo, puede ser una buena opción», afirma Francisco Javier García.

Resulta curioso así mismo que esta edificación que el mes pasado entró en la 'lista roja' de patrimonio monumental en riesgo conserve, por otro lado, un interior en bastante buen estado. «Entre los planes está hacer algún pequeño refuerzo de la estructura aunque está en buen estado pese a lo que pueda parecer, porque el edificio se construyó con madera de mucha calidad, que es la que se utilizaba antiguamente. Hay más reparaciones que se van a hacer en el interior, pero no se trata de un estado de ruina; está mejor de lo que aparenta. Hay por ejemplo una escalera muy bonita de madera que lamentablemente también está deteriorándose por la entrada del agua», afirma Díaz.

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