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BORJA PINO
PIEDRAS BLANCAS.
Domingo, 27 de febrero 2022, 01:14
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Hoy por hoy, el amor por los animales, especialmente por las mascotas, ha trascendido el concepto de moda para convertirse en una constante social. Sin embargo, ese cariño tiene también expresiones preocupantes, como la que, en las últimas semanas, se ha registrado en Piedras Blancas. Allí, varias voluntarias de la asociación AsturMiaus han debido desalojar de un piso particular un total de 35 gatos, acumulados sin control por la persona propietaria de la vivienda, aquejada de síndrome de Noé.
Fueron sus familiares quienes, a principios de este mes de febrero, solicitaron la ayuda de la entidad, inquietos ante el creciente número de felinos que ocupaban el inmueble. Y el hecho de que la Policía Local tuviese constancia de varias denuncias vecinales por fuertes olores terminó por decidir la actuación. En ese sentido, el papel de la familia resultó crucial, pues las voluntarias en ningún momento pudieron acceder al piso.
«Fueron ellos quienes, usando nuestros transportines, sacaron a los gatos», relata Rocío Mesa, presidenta de AsturMiaus. La operación, que requirió de varias semanas, hubo de hacerse con cuidado, para no incomodar a la persona afectada y que ante esa situación optase por impedir el acceso al domicilio de sus familiares. «Estuvieron entregándo- noslos a una media de seis diarios. Lo han puesto todo de su parte y les estamos muy agradecidas por ello», señalan desde la entidad protectora.
Los ejemplares 'rescatados', veintiséis adultos y nueve cachorros, fueron trasladados a las dependencias de la asociación en Raíces y, de allí, a la clínica veterinaria Mundo Vivo. Y es que, aunque bien alimentados, la práctica totalidad de los animales presentaban diversas enfermedades. A todos ellos se les está tratando, amén de haber sido identificados con chips, vacunados y, en los casos pertinentes, también esterilizados. Los gatos serán dados en adopción.
«Hemos tenido suerte de que los familiares se diesen cuenta, porque hay muchos casos que pasan desapercibidos», explica Mesa. De hecho, con independencia de la opinión popular, el síndrome de Noé, caracterizado por la acumulación compulsiva de animales, es una forma de trastorno mental relativamente frecuente, del que, en el caso de Asturias, «tenemos constancia de cinco o seis al año». No obstante, desde AsturMiaus insisten en que, ante hechos semejantes, se destierren prejuicios y se recurra a la comprensión y a entidades especializadas. «No estamos hablando de malos vecinos, sino de personas enfermas que requieren de apoyo y de tratamiento», recalca Rocío Mesa.
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