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La carpa preparada en Trasona volvió ayer a quedarse pequeña para albergar a todos los participantes en la tradicional comida de indianos.

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La carpa preparada en Trasona volvió ayer a quedarse pequeña para albergar a todos los participantes en la tradicional comida de indianos. FOTOS: MARIETA

Trasona rememora su pasado indiano

Cerca de setecientas personas con trajes de época disfrutan de la comida y la fiesta

J. F. GALÁN

AVILÉS.

Lunes, 29 de julio 2019, 00:16

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Trasona rindió ayer por sexto año consecutivo su particular homenaje los indianos, una comida popular en memoria de aquellas gentes que a finales del siglo XIX y principios del XX hicieron las Américas en busca de un futuro mejor. Los pocos que hicieron fortuna regresaban años después para disfrutar en su tierra del buen dinero hecho al otro lado del Atlántico, de vacaciones o para buscar novia, casi siempre coincidiendo con las fiestas sacramentales de la localidad. Se les conocía como indianos.

La comida reunió a setecientos 'indianos' debidamente ataviados con trajes de época, ligeras, elegantes y frescas prendas de color blanco o beis y sombreros de paja de ala ancha, como los que imponía la moda de entonces. Entre ellos se encontraba el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, que presidió la oración en la capilla del santo, la procesión con su imagen hasta la iglesia parroquial y la misa sacramental. «Recordar a los ancestros y mantener vivas las tradiciones y la gratitud a los antepasados es algo bonito», señaló antes de disfrutar como uno más, tocado con un sombrero blanco que contrastaba con el negro de su sotana, de la comida.

Le acompañaba Constantino Bada, párroco de Trasona desde el pasado septiembre y artífice de la recuperación, este año, de los actos religiosos de San Pelayo. Guía arqueológico en rutas bíblicas, le gusta la historia «y compartirla con el pueblo», y tiene aires indianos. «Soy tataranieto por amores ilegítimos del conde de Peñalver, Nicolás Zamora. Nació en Puerto Príncipe, actual Camaguey (Cuba), y vino a España al servicio de la reina Isabel II».

No faltaron a la comida Loli y Rosa, impulsoras del movimiento vecinal y del blog del que acabaría surgiendo la comida de indianos de Trasona. Uno de los frutos de su iniciativa es un carrito de bebé de época construido a partir de una fotografía de 1910. «La parte de arriba la hicimos nosotras y la de abajo el presidente de la comisión de festejos», Bernardo Duarte. Fue un regalo para Víctor Rodríguez, hijo de María Rodríguez y Javier Menéndez, que dado el paso del tiempo ya tiene que encogerse para hacerse un sitio. Le reemplaza un muñeco, lógicamente también con ropajes de principios del siglo pasado.

Pepe Martínez de La Hoz es hijo de indiano. Su padre «emigró a los trece años a La Habana y regresó a los treinta a buscar moza». La encontró en Tineo, «Maruja la de Las Novedades, y no regresó. De ahí es de donde vengo yo», dijo con orgullo. Entre los presentes también estaban los animados componentes de la Peña Los Collacios, de Mieres, fieles a la comida de indianos desde hace cuatro años. «Fue la primera fiesta a la que acudimos nada mas formar la asociación, y nos gustó tanto que nunca hemos fallado. El ambiente es muy bueno».

Emiliano Fernández, natural de Grado y afincado en Trasona, era el más veterano. A sus 101 muy bien llevados años disfrutaba como el que más de la comida en compañía de su esposa, Elisa Prendes, de 97, de sus hijos, María Luisa y Manuel, y de sus nietos. «Bisnietos todavía no tenemos, pero todo se andará».

Joe Gutiérrez nació en Ohio (Estados Unidos) y pese a que vino a España con doce años y ya no es ningún chaval su acento le delata. «Mis bisabuelos emigraron a Cuba hace doscientos años y mis padres eran de Llanera y de Santander». Casualidades de la vida, su familia y la de la que hoy es su esposa, Isabel Oliver, se conocieron allí, en Ohio. Eran indianos, «gente que gracias al dinero que trajeron de América ayudaron a levantar Asturias en aquellos años tan difíciles».

No todos tuvieron tanta suerte. La mayoría de aquellos emigrantes no encontró al otro lado del Atlántico mejor suerte que la miseria de la que huían en la convulsa España de entonces.

Las fiestas de San Pelayo se cierran hoy lunes.

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