Los vecinos reclaman una mejora integral para la plaza de La Baragaña

La plaza de La Baragaña es uno de los centros neurálgicos de la vida social de los vecinos de Candás. Desde hace años, los más pequeños encuentran en ella un espacio de divertimento donde poder correr o jugar al balón sin sufrir ningún peligro, al encontrarse apartada y protegida de la carretera. En 2010, el anterior equipo de gobierno decidió llevar a cabo una reforma integral, tras permanecer con la misma fisonomía desde finales del siglo XVIII. Los trabajos supusieron un coste de 413.854 euros para las arcas municipales pero no han convencido a todos.

El encargado resultó ser el arquitecto ovetense Miguel García-Pola, ganador del concurso para ejecutar la actuación, quien optó por denominar el proyecto 'Devónico', correspondiente al cuarto período de la Era paleozoica y cuya roca inspiró al autor. Ahora, según denuncian desde la asociación vecinal de Candás, las losetas utilizadas han comenzado a caerse, «están sueltas», dicen, lo peor es que «es difícil encontrarlas en el mercado nacional. El Ayuntamiento ya tuvo que realizar hace poco un socorrido atornillado de las piezas». Sin embargo, desde la entidad vecinal exigen una solución y critican que «para muchos es una plaza fea, parece un búnker, necesitaría una mejora integral para ofrecer una imagen más amable». Los responsables vecinales criticaron el mal estado del mobiliario urbano de la plaza, de la barandilla perimetral y «precisa urgentemente de una mano de pintura». Una opinión que comparten muchos candasinos, alguno incluso se atrevió a decir que «la plaza está muy fea, parece un búnker».

La falta de limpieza también es motivo de denuncia. «Mientras piensan qué hacer con ella, por lo menos que la limpien, que peor no puede estar», afirman. Ante esta situación, desde la asociación urgen a la corporación municipal a «una actuación regenerativa» que ponga fin a los problemas actuales.