«Si los médicos residentes no se quedan, da igual las plataformas que salgan a la calle»

La advertencia la hacía ayer el Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa), a través de su secretario general, José Antonio Vidal, que urge al Servicio de Salud del Principado (Sespa) a aplicar los acuerdos firmados entre enero y marzo para reorganizar las condiciones de trabajo en Atención Primaria y para mejorar la situación salarial de la plantilla de todo el sistema sanitario asturiano. En el primer caso, «está habiendo una dificultad de adaptación». En el segundo, las subidas retributivas ni siquiera se han publicado aún en el Boletín Oficial del Principado (BOPA).

La cuestión es que «si no se actúa en dos o tres semanas, y se concreta lo negociado para ofrecer unas buenas condiciones a los residentes», José Antonio Vidal considera que «difícilmente se podrá solucionar la despoblación de facultativos». El Simpa calcula que en Asturias hacen falta 700 médicos. Este año, en Atención Primaria, terminarán su formación 42 médicos residentes, pero se jubilarán 78, por tanto, «el balance en este nivel asistencial «es desolador». En el caso de la Atención Hospitalaria, acabarán la residencia 136 especialistas frente a los 61 que se retirarán de la profesión a lo largo de 2023. Aun así, la situación de algunos servicios «es sangrante».

Por ejemplo, Dermatología -«muchos dermatólogos se van porque aquí pierden 12.000 euros al año si quieren compatibilizar sanidad pública y privada»- o Psiquiatría -«estimamos que hay un déficit de 26 profesionales»-, destaca el Sindicato Médico. El Simpa ponía de relieve este panorama «despoblado» de facultativos en el transcurso de un desayuno informativo en el que también participaron Alfonso García-Viejo y Rut Palacio, en representación de la Atención Primaria, y la psiquiatra Susana Santamarina y la cardióloga Lola Martín, como especialistas hospitalarias.

Este desayuno informativo se celebra a pocos días de las elecciones que se llevarán a cabo en las juntas de personal del ámbito sanitario y tras dos movilizaciones multitudinarias, convocadas por trabajadores del Sespa, que no dan por buenos los acuerdos suscritos por cinco de los seis sindicatos convocados a la negociación. Ayer, el Simpa defendía las mejoras conseguidas con dichos acuerdos e insistía en que «el objetivo común debe ser que los residentes se queden», porque, de lo contrario, «el sistema se acabará, esa es la realidad y ahí es donde hay que librar la batalla».

Ese es «el verdadero problema» de la sanidad asturiana, aunque ayer también salieron a relucir «la sobrecarga asistencial tan brutal» que soportan los facultativos, las listas de espera «infumables» que existen en Asturias o la movilidad forzosa del personal sanitario, de la que «se abusa». Según el Simpa, Asturias es la comunidad donde más se recurre a este mecanismo para resolver las necesidades de los puestos de difícil cobertura: «Más de 2.000 movilidades en un año». De ahí que, para el sindicato, estas vacantes «deberían ser una prioridad política».