El ministerio financiará los medicamentos para dejar de fumar

Los nuevos medicamentos para dejar de fumar serán financiados por la Administración sanitaria y su prescripción corresponderá a los facultativos de Atención Primaria. Así lo indicó esta mañana la ministra de Salud, María Luisa Carcedo, que participó en la V Carrera del HUCA, en Oviedo.

El primero de estos medicamentos, denominado Vareniclina, fue presentado recientemente y según Carcedo «estamos ultimando los trámites para incorporar la financiación de los medicamentos para dejar de fumar. Pero no solo se trata de dar un medicamento, sino que se necesita que sea prescrito por profesionales, queremos que se sistematice el tratamiento para combatir la adicción del tabaco y se haga desde la Atención Primaria». Mañana mismo se llevará este asunto a la comisión interministerial de precios, que es el último paso para que la Administración pública asuma su financiación.

La ministra apuntó que «es una ayuda» que puede beneficiar a unas 70.000 personas. Hasta el momento, Navarra era la única comunidad que subvencionaba este tipo de tratamientos contra una adicción que, según datos del Ministerio de Sanidad, provoca unas 50.000 muertes anuales en el país.

Pero habrá más novedades contra el tabaquismo. María Luisa Carcedo explicó que este medicamento «lo vamos a incorporar a la cartera común de prestaciones del sistema nacional de salud», pero también se pretende modificar la Ley contra el tabaco para «dar respuesta al peligro que suponen los nuevos dispositivos que ahora están en el mercado». La ministra indicó que son de fácil adquisición y que «son los que usan los más jóvenes y nos preocupa porque es una manera de introducirse en la adicción al tabaco».

Además, ahondó en la necesidad de que se cumpla la ley, sobre todo en las terrazas de los establecimientos de hostelería, si bien apuntó que «en Asturias es donde mejor se está cumpliendo la ley».

La carrera del HUCA, en la que participó la ministra junto al consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz, congregó a 2.200 personas que participaron con lo que se llama dorsal solidario y que para inscribirse tuvieron que donar un kilo de comida a beneficio del Banco de Alimentos, así como otros 730 corredores en la carrera profesional. Los primeros cubrieron una distancia de tres kilómetros y los segundos, de diez.