«Necesitamos carriles bus para septiembre o no daremos abasto»

Aquel 21 de noviembre de 2011 un eufórico Mariano Rajoy cedía ante la militancia y daba botes sobre el balcón de Génova. El PP acababa de ganar las elecciones con su mayoría absoluta más amplia. Jorge García López (Urbiés, 1985) terminaba Arquitectura y esa noche lo decidió: a la mañana siguiente se afiliaría al PSOE. Pasó siete años trabajando en Bélgica, Francia y Noruega, y alimentando un blog sobre vuelos con Asturias, hasta que recibió la llamada. Hoy es el director general del Principado y está empeñado en que los asturianos dejen de abusar del coche.

-Hay quien dice que el virus golpeó menos por nuestras malas comunicaciones. ¿Le felicito?

-Hay aislamiento en determinadas zonas, pero los datos antes de la pandemia, concretamente de octubre, demuestran que cada semana se registran 408.500 movimientos con otras comunidades. Es similar a Galicia que, con más población, tiene 422.790, y en la proporción del País Vasco.

-¿Cuánto nos movemos ahora?

-En el aeropuerto seguimos con un vuelo a la semana, hay un tren a Madrid al día y por el Huerna y Pajares ha subido un 10% el tráfico. En total, estamos al 31% de lo que es nuestro movimiento habitual con el exterior, y al 71% en los desplazamientos internos.

-Tras dos meses alimentando el miedo al contacto social, ¿intentaría convencer al lector para que coja el bus en vez del coche?

-Hay que aprovechar la oportunidad que nos ofrece este uso racional del coche obligado. No podemos pensar que el vehículo nos da una burbuja de inmunidad al virus. El COVID está ahí y tendremos que convivir con él.

-Un lunes normal, los interurbanos venden 45.920 títulos, diez veces más que ahora. Cuando vuelvan esos usuarios, ¿cómo conseguirá que veamos en el bus esa 'burbuja de inmunidad'? ¿Podremos ir a dos metros del siguiente viajero?

-No, por eso hay la obligación de llevar mascarilla. La idea es seguir dejando un asiento libre de cada dos, a menos que subas con tu conviviente.

-¿Cómo controlarán ese aforo?

-En los servicios directos, si hay 60 plazas vendes 30 y sales. En los de paradas el conductor no puede estar todo el tiempo mirando quién sube y baja. Hace falta responsabilidad individual para que si ves que no hay aforo, te bajes y esperes al siguiente. Estamos además preparando una medida para el inicio de la fase 2.

-¿Cuál?

-Un sistema para que los usuarios del billete único puedan reservar su asiento en aquellos trayectos que sabes que vas a hacer todo el mes. Como con el avión, tendrás tu plaza asegurada en estos desplazamientos entre los ámbitos laborales más importantes.

-¿Se controlará la temperatura al acceder?

-Está descartado.

-¿Habrá dispensadores de gel?

-Tenemos un protocolo de limpieza y desinfección desde el inicio de la pandemia y el consorcio repartirá material de protección para los conductores.

-Quien entra en un súper o en esta consejería, encuentra gel.

-Hemos trasladado al ministerio la posibilidad de reforzar la seguridad personal con eso y pedimos que las ITV permitan el uso de mamparas provisionales en autobús y taxi. Ahora o están homologadas o no se pueden poner porque el seguro no cubriría.

-La normativa de la ITV es estatal, pero las líneas de autobús son concesiones del Principado. ¿Por qué esperar al ministerio?

-El contrato de concesión no obliga a la empresa a poner gel. Uno de nuestros problemas con el sector es que el tráfico se les ha derrumbado como nunca. Les hemos puesto a rodar con los autobuses casi vacíos y no se les puede exigir ahora cualquier cosa.

-Casi no recaudaron en dos meses y tendrán autobuses a la mitad de su aforo. ¿Es sostenible?

-Es obligatorio que lo hagan, pero no sostenible. En esta crisis los hospitales han funcionado por encima de lo que tenían presupuestado y el transporte necesitará también ayuda económica, sea con dinero estatal o nuestro. Hemos pedido crear un fondo finalista y el ministerio lo aceptó.

-Galicia reclama ocho millones de ese fondo. ¿Ustedes?

-Menos. Lo estamos aún calculando, comparando datos de pasajeros con los del año pasado.

-Si solo se puede usar la mitad de los asientos, hace falta el doble de autobuses para mover a la misma gente y el sector no tiene capacidad de comprarlos. El ministro dice que el coche «no es una solución sostenible de futuro, pero en este paréntesis es una opción».

-Es una opción, claro, la que toma la mayoría por unas reticencias al transporte público que creo están apoyadas en el miedo. Ese problema de capacidad que podíamos pensar que van a sufrir Madrid y Barcelona, lo vamos a tener aquí si las cosas no cambian en septiembre. En verano con las vacaciones, aún no, pero luego se juntará el regreso de la vida laboral y la universidad. No podemos dar abasto ni siquiera con coches. Si ahora todos los funcionarios, por ejemplo, escogen venir en coche, no hay sitio para que aparquen. Necesitamos tomar medidas.

-¿Qué medidas?

-Con autobús a la mitad de las plazas, el problema no lo solucionamos recuperando el 100% de las frecuencias de antes. Las hipótesis con que trabajamos hay que incrementarlas a lo que den. Si había 30 entre Oviedo y Gijón y no tenemos más autobuses, hay que lograr que los mismos vehículos hagan 33 viajes. Las empresas deben flexibilizar los horarios laborables para que el pico de la hora punta sea una meseta, pero también nosotros debemos conseguir que si hay atascos de coches, como es previsible, ese autobús pueda pasar.

-¿Cómo?

-Estamos trabajando con los tres grandes ayuntamientos porque necesitamos que en septiembre, en las entradas, travesías y vías que son de titularidad municipal, haya carriles bus en los principales puntos de atasco y tapón. El carril bus no impedirá el atasco, pero salvará al autobús de él.

-¿Qué otras medidas del plan de movilidad que tenía en tramitación va a adelantar?

-Necesitamos más vías para los peatones. Han recuperado la calle de una forma, digamos, sentimental, pero la tendencia será caminar más. Las terrazas no pueden ampliarse robando sitio al peatón. Hay que ensanchar las aceras, primero virtualmente y luego ver si esa medida es irreversible, como en Avilés o el Muro de Gijón. Necesitamos más zonas de tráfico 30, donde coexistan peatón y coche, y carriles bici tanto virtuales como finalistas. Mucha gente piensa erróneamente que solo tienen un uso lúdico.

-El plan también pedía más zonas de aparcamiento regulado...

-Sí, pero regular no es cobrar, si no parecería que hemos pintado las ciudades enteras de zona azul y no es eso. Un municipio puede regular para que en esa zona solo aparquen los vecinos, o solo puedas estar dos horas máximo. La zona centro sí es de pago y debería tener un precio equivalente al billete sencillo del autobús.

-¿Hacen falta más bicicletas de alquiler?

-Sí. Vamos a poner una oficina de la bicicleta en el consorcio de transportes de Asturias. Queremos arreglar la movilidad interurbana entre ciertos núcleos que tienen potencial. Por ejemplo, Oviedo y Siero casi se funden y hay nichos para potenciar entre ellos carriles segregados.

-En cercanías quería reordenar los horarios este año.

-Soy consciente del parón de plazos, pero estamos trabajando con Renfe y Adif para conseguirlo.

-El plan planteaba más trenes semidirectos entre las ciudades, a costa de reducir frecuencias en 72 apeaderos que tienen menos de tres viajeros al día.

-Habrá menos trenes en apeaderos con tráfico mínimo porque necesitamos potenciar el tren entre las estaciones con más gente, que sea alternativa al coche.

-¿Sacrificarán algún apeadero?

-Puede que el reajuste tenga incidencia en alguno, pero como hay Obligación de Servicio Público, si no tiene solución ferroviaria debe haber otro transporte.

-El ministerio prepara una reforma del nudo de Villabona. ¿En cuánto dejará el viaje en tren entre Oviedo y Gijón?

-En unos diez minutos menos que ahora. Un tren directo quedaría en 18 minutos, en función de la solución técnica que elija el ministerio.

-La distancia social, llevada a los aviones, ¿será el fin de los vuelos a bajo coste?

-Las últimas recomendaciones de la UE apuntan a que los sistemas de ventilación del avión, que son vertical y no horizontal, tienen una capacidad de filtrado del 97,7% y no habría que dejar el asiento libre. Sí limitar la opción de moverse dentro del avión.

-Volar no volverá a ser de ricos.

-Espero que no.

-Si todo vuelve a la normalidad, ¿mantendremos vuelos competitivos con Madrid? ¿Los lograremos con Barcelona?

-Es lo que teníamos sobre la mesa pero las cartas del juego han cambiado. En una primera etapa ahora hay que centrarse en reforzar la conectividad nacional y no perder conexiones como les puede pasar a otros. En una segunda vuelta ya afianzaremos la conexión internacional.

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