Nores: «Asturias es la comunidad menos afectada por el cambio»
El informe en el que se basa el ministerio admite que la lista de animales con protección especial incurre en «criterios subjetivos»
R. MUÑIZ
GIJÓN.
Sábado, 6 de febrero 2021, 02:26
Carlos Nores, profesor honorario de Zoología de la Universidad de Oviedo y colaborador de EL COMERCIO, considera que la principal consecuencia del nuevo estatus del lobo es que deja de ser especie cinegética «en Galicia, Castilla y León y Cantabria; en Asturias nunca lo ha sido, entre otras razones, porque supondría que los cazadores tienen que colaborar con los daños que genera la especie, como pasa con el jabalí».
Desde ese punto de vista «Asturias es la comunidad a la que menos le afecta». «El principal cambio es que el Principado venía haciendo controles de la especie y le aumentará la burocracia para seguir con ellos donde ya era importante en sí misma», dice. Con la gestión actual «hay un cupo anual de unos 30 ejemplares que nunca se alcanza, entre otras cosas porque ni el lobo se deja cazar ni los guardas se dedican solo a esto, tienen que hacer muchas más cosas; esto presentaba limitaciones para cumplir el plan de gestión y la nueva situación no impedirá el control pero lo hará más complicado».
Existe otra debilidad de origen en la decisión tomada. La Asociación para la Conservación y estudio del Lobo Ibérico (Ascel) fue la que inició el trámite para reconsiderar el estatus del cánido; pedía su inclusión en el Catálogo de Especies Amenazadas o en el Listado de Especies Silvestres en régimen de Protección Especial.
El comité científico del ministerio rechazó lo primera porque no hay datos fiables de la evolución de la especie que cumplan con los parámetros exigidos para entrar en el catálogo. Sobre el listado de protección especial reconoce «la ausencia de criterios bien establecidos» para decidir qué entra y qué no. Hay uno legislativo para dar esa protección a las especies reconocidas por la UE pero «los otros criterios no dejan de ser muy subjetivos» al hacer mención al «valor científico, ecológico, cultural» de la especie candidata. Son cualidades «poco formalizadas lo que puede dar lugar a inconsistencias» en el listado. Tras reconoce esa realidad, el dictamen estima que el lobo tiene valor ecológico y cultural, y da por bueno que entre en la lista.