Condenados dos policías de Cudillero por mentir en un juicio contra su jefe

El Juzgado de Lo Penal número 2 de Oviedo ha condenado a dos policías locales de Cudillero a sendas penas de un año y seis meses de prisión por un delito de falso testimonio en el juicio celebrado por la causa abierta tras la denuncia del jefe del cuerpo, Prudencio Iván Flórez, contra el entonces alcalde, Francisco González 'Quico'.

La magistrada considera probado que, en sus declaraciones durante el juicio, los acusados afirmaron que en junio de 2009 su jefe les transmitió su intención de reunirse con miembros de la Comisión de Festejos para pedirles 120 euros por agente y día para proporcionar seguridad a los chiringuitos festivos. Además, afirmaron que Prudencio Iván Flórez les había asegurado que trasladó a la comisión de festejos que, en caso de no aceptar, dejaría a los hosteleros sin protección policial. Días más tarde, siempre según la declaración de estos policías, al regresar de sus respectivas vacaciones, tuvieron conocimiento de que había pedido dinero a la comisión, pero que se habían negado a dárselo, informa Efe.

Según el fallo, las declaraciones fueron prestadas como testigos y bajo advertencia de su obligación de decir verdad y con conocimiento de las consecuencias derivadas del incumplimiento de dicha obligación, «a sabiendas de su falsedad», y ofreciendo tal versión de los hechos «para perjudicar al jefe de la Policía Local».

La sentencia, que no es firme, se produce después de que resoluciones anteriores reconocieran que el sargento jefe de la Policía Local puso coto a una serie de prácticas ilegales consistentes en que los agentes recibían pagos a través de abonos de las comisiones de festejos y de los hosteleros. Hasta que Flórez puso fin a estas prácticas, según las sentencias, los hosteleros entregaban el dinero en mano en la Tesorería Municipal, a los anteriores jefes de Policía, concejales o, incluso, el propio alcalde. Tras detectar esas prácticas, Flórez rechazó cualquier pago a los agentes que -señaló- debían cobrar sus emolumentos con los complementos salariales precisos cuando hubiera horas extras en las fiestas locales.

Las sentencias reconocieron también que, «como represalia», el entonces alcalde y diputado regional, Francisco González, urdió una trama contra el sargento que acabó en los tribunales, donde fue absuelto, mientras que González fue condenado a siete años de inhabilitación por prevaricación y al pago de una indemnización de 9.000 euros por daños morales causados por «un ejercicio arbitrario de poder».

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