El argayo en la ladera de Casazorrina condiciona el final del tramo Salas-Cornellana de la A-63

El secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, acudió esta mañana a ver cómo se desarrolla la obra de emergencia para la estabilización del talud D11 de la autovía Oviedo- La Espina, en su tramo Cornellana-Salas. «Actualmente el argayo de Casazorrina es el movimiento de tierras en un talud más importante de la red de carreteras estatal», aseguraba Flores. Acompañado por el consejero de Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, y el viceconsejero de Infraestructuras, Jorge García, a su cita con el director de la obra.

El secretario general de Infraestructuras tuvo la ocasión de caminar por la caja de la autovía, frente al enorme argayo que en 2021 obligó a desviar el tráfico por la N-634. Un acontecimiento geológico «sin parangón», a ojos del Xavier Flores, con vistas a resolverse «a lo largo de 2023».

El director de obra explicó la estrategia que ha diseñado para acometer una obra que es diferente respecto a las obras de contención convencionales y a la que se ha bautizado como «Muro verde». «La obra se tiene que realizar a la inversa, es decir, de abajo arriba», explicaba el director, con la ayuda de una serie de paneles informativos colocados a escasos metros del argayo. Mientras que el eje del muro de contención suele comenzarse por la cúspide de la ladera, los operarios realizarán primero los pasadores, el hormigón ciclópeo y la lámina drenante de poliamida enmarañada que van por debajo y hacia el interior de la ladera. En segunda instancia se realizará la escollera y el sellado con hormigón en la superficie del talud, donde ya están colocadas unas geomallas de alta resistencia. Por último, se llevará a cabo la coronación del muro verde. Una obra que ha recordado el consejero de Cohesión Territorial que tiene un presupuesto de «16 millones por kilómetro».

Xavier Flores, junto a Calvo y García, hizoreferencia durante la visita a cuatro proyectos viales más en la comarca, de los que el ministerio de transportes es el último responsable en su ejecución. El tercer carril de la autopista Y, en el que se trabaja

de noche para no interceder en el tráfico de más de 50.000 vehículos diarios, el puente de La Barrosa, reconstruido un año después de su demolición y abierto la semana pasada. La adaptación parcial de la segunda calzada de la autovía A-63, en el tramo entre Salas-El Reguerón, que tiene previsto inaugurarse el próximo otoño. Por último, la revisión del proyecto del tramo que unirá El Reguerón con La Espina, una cuestión que se aplaza para el próximo año.

El consejero de Cohesión Territorial quiso recalcar que la visita de Flores es una clara intención por parte del ministerio de Transportes de «acercarse a los problemas que afectan a comarcas pequeñas pero que son muy importantes para sus habitantes, en este caso, del occidente de Asturias».

«Los habitantes del suroccidente habían perdido cierta confianza en el desarrollo de los trabajos, después de dos legislaturas paradas, hoy estamos aquí para consolidar ese compromiso de que en esta legislatura se está avanzando eficazmente», concluyó Calvo.

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