Besullo revive sus dos milenios de historias

Julio Rozas, el guía turístico que gestiona el centro de visitantes Alejandro Casona, colgó el cartel de completo la semana pasada. «Era la semana de las visitas escolares. Vinieron alumnos del instituto de Tineo y del Juan de Villanueva de Pola de Siero». Desde que Rozas se hizo cargo en 2020 de este centro de visitas, ubicado en la antigua escuela de Besullo desde 2008, el número de visitas tanto de escolares como de adultos no ha dejado de crecer.

«Cuando salió a concurso la gestión del centro yo lo planteé como un bar, es decir, que estuviera siempre abierto hubiese o no visitantes», explica Rozas, que en 2019 decidió dejar su trabajo como mayorista de carne para formarse como guía turístico. Desde entonces, el movimiento turístico en Cangas no deja de proporcionarle personas interesadas en conocer la historia de Besullo y de su más ilustre embajador, el dramaturgo de la generación del 27 Alejandro Casona. «Mis visitas guiadas se nutren de las historias que me cuentan los vecinos y que sumo a lo que he ido aprendiendo de Casona, la escuela de protestantes, los ferreiros, la familia Farfante...», resume Rozas una visita de dos horas.

Los alumnos de primero de la ESO del instituto Juan de Villanueva tomaron partido el pasado jueves. «Con los escolares intento reducir la duración de la visita, pero este grupo está muy atento», tantea Rozas tras salir del primer punto del itinerario, el centro de visitantes, dedicado en parte a la sociedad Industrial de Besullo y a la biografía de Casona. «Se han interesado, por ejemplo, por la colección que he reunido de primeras ediciones de Casona», explica Rozas antes de continuar con el itinerario, que entonces descubre hórreos y paneras, la iglesia de San Martín, la antigua escuela protestante y la casona y acaba con un paseo a orillas del río Pomar hasta el Mazo d'Abaxo,de origen romano.

«Leímos 'La dama del alba' y vimos mucho interés. Por eso agendamos la excursión», explica Cristina Mateos, profesora de Lengua. Los escolares recordaron los escenarios de la obra, incluso trasladándose a su contexto. «Nos imaginamos el pueblo más viejo y el río más grande», comentaban Vera Martínez y Mario Machargo. Fernando Noval, en cambio, prefirió ahondar en la fauna y flora de Besullo, aunque confiesa que le impactó la historia de los Farfante. «Me ha dado pena imaginar que mataron a unos maestros», expone el joven.